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Primero, lo primero

Primero, lo primero

Rab David Zaed

29 de agosto de 2019

Hace unos años, en el Motzaé Shabat del primer Selijot para los ashkenazim, un humilde Iehudí sefaradí instaló una pequeña mesa en la ciudad de Bené Berak, cerca del Bet Midrash “Vizhnitz”, para vender los folletos de Selijot.

“Selijot, Selijot”, gritaba, pero nadie se detenía siquiera a mirar. Todos llegaban con sus libros de Selijot en la mano, y el pobre hombre estaba allí, viendo pasar a la gente sin que se dieran cuenta de su presencia.

“Selijot, Selijot” continuó gritando, con la esperanza de que, por lo menos, alguno de sus folletos sea vendido.

Finalmente, su fe se vio recompensada. El Rebe de Vizhnitz, el Admu’r Baal “Imrei Jaim” zt’l, pasó con su séquito de jasidim. Vio al humilde Iehudí con una pila de folletos de Selijot sin vender y comprendió la situación.

“¡Selijot! ¡Selijot!” comenzó a gritar el Rebbe. “¿Ver vil koifen?” (¿Quién quiere comprar?)

Inmediatamente se reunió una multitud. ¿Qué jasid rechazaría la oportunidad de usar un folleto de Selijot, recibido de la mano del Rebbe? En poco tiempo los folletos se agotaron.

“¿Tienes más?”, le preguntó el Rebbe al vendedor.

“Sí, tengo otra caja en mi despensa”, respondió.

“Entonces date prisa y ve a buscarla”, dijo el Rebbe, manteniéndose en su puesto.

El Rebbe también vendió el segundo lote, entregándole al atónito vendedor montones de billetes y monedas, que sin dudas le dio un buen uso. Hecho esto, el Rebbe continuó al Bet Midrash para recitar las Selijot.

Ese día, el Rebbe les había enseñado a sus jasidim una valiosa e inolvidable lección. El les enseñó, en vivo y en directo, el privilegio de ayudar a otro Iehudí. Les mostró que las oportunidades están en todas partes, y que aquellos bendecidos con buena visión se aprovechan de ellas. No hubo una presentación más adecuada, en los días de Elul, para aquellos que buscan en este mes la Misericordia Celestial.

Así les dijo el Rebbe a los jasidim, después de lo que hizo:

“¿Quieren Selijot? ‘Selijot’ significa ‘perdones’. ¿Quieres que Hashem te perdone tus pecados? Ante todo, ayuda a otro Iehudí. Mira más allá de tu zona de confort y toma nota de lo que sucede a tu alrededor.

La perashá de esta semana es “Reé”. Esta palabra significa “mira”, “observa”. Hashem nos dice en estos días: “Mira”. Realmente mira a tu hermano necesitado, y encontrarás Su respuesta: “Anoji notén lifnejem hayom Berajá…” (Yo pongo frente a ti la bendición). “Reé…”. Ve las oportunidades que Hashem te presenta en el mes de Elul. Ve las necesidades de otros Iehudim. Mira tu propio potencial y ponlo en práctica… Son días de Selijot” (Today Chassidic Stories III 54).

En estos días de Elul dirigimos nuestro corazón hacia Hashem. Eso está bien. Pero esto se parece a quien se para en la ventanilla de un Banco de la Vida, para solicitar un crédito. Del otro lado de la ventanilla está Hashem. Le decimos: “Solicito la expiación de mis faltas. Necesito también salud, bienestar, Parnasá Tová, Shalom Bait, Refuá Shelemá…”. Y Hashem nos interrumpe, diciéndonos: “Un momento. Te voy a atender con mucho gusto. Pero antes, tienes que pasar por la otra ventanilla, y me traes el certificado de que ya no adeudas nada con respecto a tu semejante…”.

En el mes de Elul sentimos palpablemente la Presencia de Hashem. “Lo llamamos, cuando está muy cerca de nosotros”, como dicen nuestros jajamim. Pero antes de disponernos a hablar con El, primero tenemos que sentirnos “cerca de nuestros semejantes”. Es una condición que Hashem nos pone para que nos escuche.

Estamos en Elul…

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