10 de setiembre de 2019
Esta mañana se realizó un acto en la Plaza Seca donde exactamente en el año 2012 fue volada la sede de la Embajada de Israel en Argentina, en la esquina de Arroyo y Suipacha de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con motivo de la presentación de sus credenciales ante el presidente del país Ing. Mauricio Macri, la flamante embajadora Galit Ronen habló ante la presencia de autoridades nacionales, dirigentes comunitarios, familiares y sobrevivientes del atentado y alumnos de la red de escuelas judías.
En primer término, la señora embajadora, visiblemente conmovida según dijo por “escuchar el Hatikva” -el himno de Israel fuera de su patria-, contó que días antes pasó exactamente por esa misma plaza, y se detuvo frente a los nombres de las víctimas para recitarlos a viva voz, ya que cada persona tiene su nombre y perdura a través de él. Entre otros conceptos, resaltó la actitud del presidente Macri de tildar a Hezbolá como organización terrorista, liderando esta iniciativa hacia el resto de América Latina donde otros países -como Paraguay- lo han imitado y otros proyectan hacerlo.
A su turno el canciller argentino presente en el acto tomó la palabra y en sintonía con lo expresado por la embajadora, aludió a la importancia de ejercitar la memoria como un puente hacia el futuro y destacando la actitud del presidente de la república, quien con su valiente decisión marcó un camino de libertad y respeto de las diferencias, esperando que dicho camino sea el elegido por los argentinos de ahora en más.
Luego de las sentidas palabras de ambos oradores, alumnos de las escuelas judías dejaron una ofrenda floral y a su turno se tomaron fotografías con la flamante embajadora, al igual que luego lo hicieron los sobrevivientes y familiares de quienes perdieron a sus seres queridos en el atentado.