7 de octubre de 2019
Foto: El rabino Motti Kornfeld y su hijo, Daniel. Crédito: Yitzhak Tessler)
“Nunca arrojes a un niño fuera de la casa, está estrictamente prohibido”, dijo el rabino Motti Kornfeld a Ynet en un informe reciente.
El rabino Kornfeld es un rabino hareidi nacido en Estados Unidos que vive en Israel. Se ha dedicado a ayudar a las familias hareidi cuyos hijos han elegido otro camino en la vida. El no está simplemente pronunciando estas palabras: las ha vivido. El rabino Kornfeld es padre de 11 hijos, y uno de ellos, su amado hijo Daniel, de 26 años, dejó el mundo hareidi hace una década.
El rabino Kornfeld utilizó su experiencia personal para forjar una misión especial para sí mismo, para ayudar a las familias hareidi que luchan con el creciente fenómeno conocido en Israel como “neshira” – “abandono”. Su objetivo es volver a conectar a los padres hareidi con sus hijos seculares.
Desafortunadamente, muchas familias hareidi están completamente separadas de sus hijos que ahora son seculares. “Hay rabinos muy, muy, muy conocidos en la comunidad hareidi que viven el passuk: ‘No hay hogar sin una persona muerta’ y eso simplemente resume el fenómeno”, dice el rabino Kornfeld. “Desafortunadamente, los padres están echando a sus hijos fuera de la casa por varias razones, principalmente debido a su influencia en sus otros hijos.
“El hijo del rabino Kornfeld, Daniel, habla sobre su experiencia como alguien que dejó el mundo hareidi: “Crecí como un niño hareidi, fui a una escuela hareidi y estuve en una yeshivah hareidi. Cuando tenía alrededor de 16 años, me di cuenta de que (ser Chareidi) no me convenía, así que me fui en mi propio viaje. Mis padres lo aceptaron y fueron comprensivos y me apoyaron durante todo mi viaje.
El rabino Kornfeld agrega: “Respondimos al camino que eligió con comprensión, amor, apoyo y un poco de miedo. Por un lado, estamos muy, muy contentos de que haya elegido buscar su verdad, lo cual es muy importante. Por otro lado, porque era diferente de lo que queríamos al principio, al principio no fue fácil. Sin embargo, a pesar de esto, le mostramos amor y apoyo todo el tiempo. Para nosotros, no hay otra opción”.
El rabino Kornfeld está firmemente arraigado en la sociedad israelí hareidi, pero tiene una mente abierta al mundo israelí fuera de las líneas blancas y negras de las comunidades hareidi. Ha estado trabajando para el proyecto Shajar, que ayuda a integrar hareidim en las FDI, durante unos cinco años. Da shiurim a los nuevos reclutas de las FDI en los nuevos batallones hareidi en las Brigadas de Givati y Paracaidistas y también es el coordinador de actividades para los soldados solitarios de habla inglesa y los nuevos olim que se unen a las FDI.
“Como parte de mi trabajo en la organización Shajar, (veo casos), especialmente cuando un bajur hareidi decide alistarse (en las FDI), que a menudo sus padres lo destierran por completo y lo echan de la casa. Una de las cosas que estamos tratando de hacer es reconectar a los soldados hareidi con sus padres. Me alegra decir que hemos tenido bastante éxito. Es un proceso largo, pero eventualmente reciben a sus hijos con los brazos abiertos”.
“No me dejes solo porque tú y yo somos uno”
Los Kornfelds son una familia musical. En 2001, lanzaron un disco llamado “Padres e hijos”, con diez canciones jasídicas que el rabino Motti y sus hijos, Yehudah, Shmuel, Shlomo y Daniel, cantaron y acompañaron. Durante los últimos dos años, el propio Daniel ha estado escribiendo y componiendo canciones.
Recientemente, Daniel y su padre lanzaron una canción conmovedora llamada “One” que escribieron y compusieron juntos sobre el anhelo que un padre y un hijo tienen el uno por el otro a pesar de sus diferencias.
“Cuando visito a mis padres, salgo y me siento en el porche con mi guitarra”, dice Daniel. “Un día, mi padre vino al porche y dijo: ‘Tengo una cierta melodía en mi cabeza. Intentemos componerlo en la guitarra y quizás entrelazar el inglés y el hebreo juntos’. Nació allí, en el porche de mis padres, de noche, con una guitarra, en silencio”.
“Soy yo, tu hijo perdido. Te estoy buscando. En mi corazón, quiero sentirte. Extiende tu mano, no me dejes solo, porque tú y yo somos uno”.
“No tenemos un hijo que se retiró”
El rabino Kornfeld admite que no todos los que encuentra en el mundo hareidi responden al camino que Daniel ha elegido con tanta aceptación como él. “Entré en el Shul un día y un judío muy amable y sonriente se acercó a mí y me dijo: ‘¿Cómo es que tienes un hijo que se fue de la dérej (camino)?’ Lo miré y dije: “No tengo idea de lo que estás hablando”.
“Él dijo: ‘Bueno, realmente, tú y yo, nos conocemos, comemos cholent juntos’. Le dije con la mayor seriedad: “Escucha, quiero decirte un mensaje, debes entenderlo, no tenemos un hijo que se fue del camino, no hay tal cosa”.
“El hecho de que tus amigos o tus vecinos no entiendan, ése es su problema. Realmente es su problema”, concluye firmemente el rabino Kornfeld.
(Fuente: YWN)