Eytan Halon

12 de marzo de 2020

Es probable que la interrupción de las cadenas de suministro y fabricación en todo el mundo causada por el nuevo brote de coronavirus acelere las exportaciones de la tecnología digital israelí, según el presidente del Instituto de Exportación y Cooperación Internacional de Israel, Adiv Baruch.

Casi la mitad de las exportaciones sin precedentes de Israel en 2019, que ascendieron a más de 114.000 millones de dólares, fueron servicios, principalmente exportaciones de alta tecnología que no dependen del envío físico de productos.

“La mayoría de las empresas de tecnología que actúan en el espacio digital, por ejemplo, las empresas financieras y de salud digital, están aumentando sus actividades porque todos esos exportadores dependen de los canales de los ecosistemas existentes en sus ubicaciones geográficas”, dijo Baruch, un veterano del sector de alta tecnología del país, a The Jerusalem Post.

“Estamos listos y avanzando hacia el espacio digital mucho más rápido”, dijo. “Veremos un aumento porque Israel es un centro de innovación para el mundo en algunos sectores”.

Baruch destacó el campo de la salud digital, en el que Israel ha sido pionero en la recopilación de registros médicos electrónicos, la asistencia sanitaria a domicilio y los hospitales digitales. Cuando se trata de monitorear los signos vitales sin contacto físico, Israel está en “una posición muy avanzada en el mundo”, dijo.

Las exportaciones de servicios se han disparado en un 160% durante la última década, de 21.500 millones de dólares en 2009 a casi 56.000 millones de dólares en 2019. En los últimos años se han producido cambios significativos en el destino de las exportaciones, con un aumento de las ventas a China del 402% en los últimos 10 años.

Hubo importantes saltos en las ventas al Reino Unido (286%), Polonia (162%), el Japón (73%), Turquía (66%) y el Brasil (61%).

Reconociendo el cambio de las cumbres empresariales a la comunicación digital, el instituto semigubernamental planea lanzar la primera gran plataforma virtual para ferias comerciales internacionales en los próximos días, dijo Baruch. Para garantizar la continuidad de las actividades de los exportadores locales, el instituto ha establecido una instalación avanzada de videoconferencia y una sala de conferencias virtual en su sede de Tel Aviv.

“Las delegaciones comerciales entrantes y salientes se han detenido completamente”, dijo. “Por lo tanto, nos hemos trasladado y seguiremos creciendo en el ámbito digital. Si se mira el panorama integral, podremos ser un modelo para países de naturaleza y tamaño similares, que también dependen de las exportaciones”.

Los fabricantes israelíes se han enfrentado a retrasos en la recepción de los suministros de ciertos artículos necesarios para ensamblar los productos a nivel local antes de exportar los productos finales, dijo Baruch. Encontrar arreglos logísticos alternativos puede resultar más caro, y los retrasos en el envío han provocado retrasos en los pagos y escasez de flujo de caja. Dos tercios de los suministros llegan a Israel por barco, que se ha visto menos afectado que el transporte aéreo, dijo.

“China ha vuelto al trabajo”, dijo Baruch. “La mayoría de las instalaciones de fabricación han vuelto a su plena capacidad, y el mercado se mueve muy rápido. Ahora nos enfrentamos al gran signo de interrogación: ¿Qué pasará en el mundo occidental, especialmente en Norteamérica y Europa?”

En última instancia, el gobierno debe aprender de la crisis actual que Israel necesita ser autosuficiente en todos los sectores de fabricación, dijo. Hay que tomar decisiones valientes para apoyar la industria local, aunque la apertura del mercado a las importaciones puede reducir el coste de la vida.

“El gobierno tiene que darse cuenta de que esto es sólo una promoción de futuras situaciones de naturaleza similar”, dijo Baruch. “El gobierno tiene que apoyar la fabricación local, azul y blanca. El gobierno tiene que intervenir en los procesos para superar las lagunas y traer de vuelta a los fabricantes locales con un mercado en el que puedan confiar”.

También puede ser necesario un apoyo adicional para el sector de la alta tecnología, que depende en gran medida de la financiación de capital de riesgo para asegurar su flujo de efectivo”, dijo. Con muchas empresas de nueva creación que todavía están en sus etapas de investigación y desarrollo, no son el típico cliente de la industria bancaria normal.

“El ciclo de recaudación de fondos hoy en día será más largo y, por lo tanto, el sistema financiero debería intervenir realmente y ver cómo pueden cambiar los parámetros y las tarjetas de puntuación de sus clientes para tener algunos puentes que apoyen las necesidades de flujo de caja de esas empresas”, dijo Baruch.

(Jpost / Traducción de Noticias de Israel)