5 de julio de 2020
Foto: Una bandera suiza es retratada durante el amanecer en el distrito comercial y financiero de Ginebra, Suiza, 23 de noviembre de 2017
(Crédito de la foto: Reuters / Denis Balibouse)
Un estudio reciente de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zurich en Suiza, donde viven aproximadamente 18,000 judíos, reveló que de los 500 judíos suizos que fueron interrogados, el 50% informó haber sido blanco de abuso antisemita en los últimos cinco años, según el Algemeiner.
El profesor Dirk Baier, director de la encuesta, le dijo al Berner Oberlander que el antisemitismo “obviamente proviene del medio de la sociedad”, refiriéndose a los ciudadanos de clase media. Esto contrasta con los residentes de los países de Europa occidental, donde son aquellos que viven en la pobreza y que emigraron a esos países quienes tienen prejuicios contra los judíos, afirma Baier. Él dice que los ataques en tales países a menudo están motivados por puntos de vista extremistas.
Dijo que los resultados no lo sorprendieron después de la encuesta gubernamental que reveló que uno de cada 10 residentes del país tenía opiniones negativas sobre los judíos .
“Hay un ‘antisemitismo cotidiano’ en Suiza”, dijo Dominic Pugatsch, jefe de la Fundación GRA contra el racismo y el antisemitismo, cuya investigación apoyó las conclusiones de la encuesta. “Desafortunadamente, el acoso verbal está muy extendido en la calle, en el trabajo o en la escuela”.
Las animosidades como las dirigidas a los judíos también se dirigen a otras minorías, explicó Baier. “Si le preguntaras a 500 personas negras en Suiza sobre sus experiencias, probablemente obtendrías respuestas similares a las de la comunidad judía ahora”, dijo.
La encuesta mostró que los judíos fueron atacados más comúnmente con amenazas verbales e insultos en lugares de trabajo, escuelas y áreas públicas. Otros encuestados, el 6% de ellos, dijeron que habían experimentado antisemitismo en el vandalismo selectivo de sus propiedades, mientras que el 3.5% habían sido blanco de violencia física.
Una de las personas que participaron en la encuesta dijo que, por temor a ser blanco de antisemitismo, no usa su kipá en público. Cuando lo hizo en el pasado, los transeúntes le gritaron comentarios antisemitas, como “Heil Hitler”.
