Sivan Rahav Meir 

Más de un millón y medio de niños de escuela primaria y jardín de infantes salen hoy, en Israel, de vacaciones de verano, luego de un desafiante año de estudios. Junto con ellos, cientos de miles de maestros y padres de familia los cuales se merecen, este año, un homenaje especial. Pero el Rav Iaacov Edelstein, quien era el Rabino de Ramat HaSharon escribió cierta vez una carta sobre las vacaciones a los niños de la escuela Rambam, de su ciudad, y enfatizó un punto importante:  

“Sólo el año escolar se acerca a su fin. Los aprendizajes en sí no terminan. Ya que el estudiar no es solamente la adquisición de conocimiento. La esencia del estudio es la de educarnos a nosotros mismos. Es el añadir otra virtud espiritual, otra cualidad positiva -este tipo de educación nunca termina-. Inclusive cuando terminamos completamente los años de escuela, existe la necesidad de continuar trabajando en el refinamiento personal. 

Ustedes se enfrentan a desafíos distintos a los que nosotros nos hemos enfrentado, pero el hombre ha sido creado para enfrentarse a las pruebas. Cada época tiene sus pruebas, cada generación tiene sus desafíos, en los cuales el hombre debe luchar y sobreponerse.  

Si en los meses escolares la principal ‘batalla’ se encuentra en el escuchar en clase, obedecer las normas de la escuela, las tardanzas, memorizar y cosas por el estilo, en tiempos de vacaciones, el ‘frente’ se mueve más hacia el área familiar y hacia la calle -en la ayuda a los padres, relaciones respetuosas hacia los hermanos y la precaución frente a las tentaciones que hay en la calle-.  

Así como en la guerra contra las enfermedades se le da prioridad a la medicina preventiva, igualmente en nuestra batalla espiritual, el éxito será alcanzado si conseguimos ponernos la vacuna eficaz de antemano, si vivimos una vida llena de propósito y virtudes. 

Es por eso que ahora les decimos: El año escolar está llegando a su fin, la temporada de la auto-educación está por empezar. ¡Que tengan mucho éxito!”.