Sivan Rahav Meir
Cientos de jóvenes entrevistaron, esta semana, a Ishay Rivo en el seminario ‘Nifgashot’. He aquí algunas cosas bonitas que él les dijo a ellas:
-“La música judía es parte del proceso que esta generación está pasando; en mi parecer esto nos es una tendencia, esto continuará hasta la eternidad y seguirá creciendo. Poco a poco habrá más material musical popular que también estará conectado con contenido, profundidad, con el espíritu. Lo que vemos ahora es sólo el comienzo.
– Yo era soldado, casado y padre de un bebé cuando comencé a grabar. En determinado momento le pedí a Hashem que pudiera ganarme la vida con la música, inclusive si fuera de la manera más básica y modesta. Que sólo tuviera algo de dinero para traer a casa, que pudiera hacer aquello que amo hacer.
Hoy, en los momentos de mayor éxito, en el palco en Cesarea, trato de recordar aquel momento, en el cual estaba dispuesto a sacrificar mucho para que una decena de personas aceptaran escuchar una de mis canciones. Esto me da un sentido de proporción.
-Mi familia emigró a Israel, desde Francia cuando yo tenía ocho años, y estoy tan feliz por esto. Mi sueño es embarcarme en un recorrido por las comunidades judías del mundo, titulado ‘Regreso a casa’. Esta presentación será mi aporte personal para aquellos que se encuentran lidiando con la asimilación, con el antisemitismo, recordándoles nuestra identidad. Todo el que tiene familia fuera de Israel debe ser un embajador y hacer que la gente, de manera agradable, sin coacción, regrese a casa.
No es obvio el tener el mérito de vivir aquí, y hoy en día hay tantos problemas fuera de Israel, muchos allá ya se preguntan si están en el lugar adecuado para ellos. A mi parecer, viviremos aquí con alegría y con la seguridad de que este es el mejor lugar que hay en el mundo, los judíos del exilio llegarán aquí en grandes cantidades”.