Sivan Rahav Meir
Es la 1:00 de la mañana en el área de las mujeres en el Kotel HaMaaravi. Wow. Siempre toman fotografías del área de los hombres en Selijot. Pero aquí no es menos emocionante: más de mil mujeres de todos estilos y tipos. Una joven de Rishón LeTzion, una abuela de Modiin, una emigrante de Francia que vino a celebrar su cumpleaños.
“Hijo de hombre, ¿por qué te has dormido? Levántate y lee las súplicas”. Todas tienen las mascarillas puestas, hay distanciamiento social y hay agradables monitoras que nos recuerdan de cumplir con las normas.
“Derrama una súplica, exige perdón, del Señor de los señores”. De repente la dirección cambia. El día entero se habla del gabinete del Corona y en la noche nos dirigimos hacia un gabinete de otro tipo completamente. Y de repente el grito no viene sólo desde afuera sino también desde adentro. No nos avergüenza admitir que no somos perfectos sino que estamos rotos y queremos reparar: “Buscaremos nuestros caminos y seremos interrogados, y regresaremos a ti”.
Es como si le sacudiéramos el polvo del vocabulario que no hemos usado lo suficiente durante un año: Contestanos, perdónanos, haz por, ten piedad, perdona, Padre nuestro, Rey nuestro. En un hebreo hermoso, antiguo y emotivo, en los piyutim en orden de a-b inclusive las niñas pequeñas repiten la melodía. Los 13 atributos de misericordia fueron repetidos una y otra vez y al final el jazán pidió a todo público que rezara por la eliminación de la plaga que se encuentra sobre nosotros y que estos 13 atributos de misericordia que aprendió Moshé Rabeinu, fuesen dichos en voz bien alta, en esta noche en el Kotel.
Y al final, silencio, sólo se escuchó el sonido del shofar.
No está claro si será posible realizar los eventos de Selijot grandes, como el de la víspera de Rosh Hashaná y víspera de Yom Kipur. Como cien mil personas acostumbran a llegar al Kotel en aquellas noches. Quien sabe cómo rezaremos en las fiestas. Pero ahora, en el espacio abierto, manteniendo todas las normas de seguridad, esto aún es posible. Y esta noche vi hombres, mujeres y niños que vinieron aprovechar de esta oportunidad, temprano.
Que las oraciones sean recibidas.