Un reconocido inversionista francés-israelí afirmó que, mientras se espera el fin del conflicto, es “clave mantener el foco en la innovación y la adaptabilidad”.
La economía de Israel viene mostrando “señales mixtas” desde que comenzó la guerra, después del brutal ataque de Hamas del 7/10, pero incluso en medio de esta situación, el país presenta “una oportunidad única para los inversores internacionales”.
Así lo señaló el inversionista francés-israelí Edouard Cukierman, quien destacó que las empresas tecnológicas que cotizan en bolsa resistieron “en gran medida la tormenta”. Su capitalización de mercado -recordó- se comportó de manera similar a los principales índices de la Bolsa de Nueva York.
Entrevistado por IsraelEconómico, Cukierman afirmó que la economía israelí “está mostrando señales mixtas en medio del conflicto”.
De todas maneras, matizó, hay que tener en cuenta que «si bien el sector de alta tecnología mostró resiliencia gracias a sus exportaciones globales de servicios, «la economía en general sigue dependiendo en gran medida de este sector».
En todo caso, lo que preocupa es que las startups en etapa inicial enfrentan “desafíos importantes”, advirtió el inversor, que es socio gerente de Catalyst Funds, una importante firma israelí con 450 millones de dólares en activos.
Los efectos de la guerra
Cukierman dijo que las cifras más recientes muestran que el 47 por ciento de las inversiones desde el comienzo de la guerra se destinó a solo diez empresas nacionales, compañías maduras que concretaron mega-rondas de recolección de fondos por más de 100 millones de dólares.
Sin embargo, “esta disminución de las inversiones presenta una oportunidad única para los inversores internacionales”. Por un lado, apuntó, “el valor de las empresas israelíes está disminuyendo”.
Por el otro, “muchas corporaciones internacionales están considerando fusiones y adquisiciones, lo que lleva a un aumento de esas transacciones”.
“En este contexto, prefiero confiar más en los números que en las opiniones, ya que la tendencia indica claramente un aumento de la actividad de fusiones y adquisiciones”, dijo Cukierman.
– ¿Cómo describiría la posición de los inversores extranjeros respecto de Israel durante la guerra? ¿Qué cambió desde el 7/10?
– Se muestran reacios a invertir en tiempos de guerra, lo que explica la disminución de la financiación. La mayoría de las inversiones proceden de firmas de capitales de riesgo israelíes en lugar de extranjeros.
Según un informe reciente sobre las inversiones en el sector de alta tecnología de Israel, se registró una disminución del 30 por ciento durante la guerra.
Seguimos siendo optimistas
Pero en Catalyst seguimos siendo optimistas sobre la inversión, ya que las valoraciones más bajas hacen que las oportunidades sean bastante atractivas. Recientemente invertimos en dos empresas y damos la bienvenida a la coinversión de socios internacionales.
Otro desafío desde el 7 de octubre es que los inversores enfrentan dificultades para viajar a Israel debido a la suspensión de los vuelos de las aerolíneas internacionales. Eso complica la presencia física, la debida diligencia y la inversión.
– ¿Cómo ve usted un posible fin de este conflicto? En términos geopolíticos, pero sobre todo económicos.
– Desde un punto de vista geopolítico, un alto el fuego y una solución diplomática fomentarían un entorno más favorable para la inversión internacional, lo que podría restablecer la confianza entre los inversores extranjeros, que actualmente se muestran cautelosos debido a la incertidumbre.
En términos económicos, un fin del conflicto podría abrir a las empresas israelíes nuevos mercados y oportunidades, lo que les permitiría ampliar su alcance.
Podríamos ver una afluencia de capital de riesgo a medida que disminuyan las percepciones de riesgo y los inversores regresen, atraídos por la resiliencia y la innovación del ecosistema tecnológico israelí.
Innovadores y adaptables
La clave es mantener el foco en la innovación y la adaptabilidad, que son características del espíritu emprendedor israelí, independientemente de las circunstancias externas.
Espero que se encuentre una solución a este conflicto en un futuro próximo, en particular mientras rezamos por la liberación de los 101 rehenes que todavía están retenidos por Hamas.
Foto. Cukierman junto a sus hijos (Foto: cortesía)
Esta guerra está dejando un profundo impacto, con muchos rehenes retenidos durante un año y cientos de civiles y soldados que perdieron la vida y miles de heridos en el conflicto que estalló tras los horribles hechos del 7 de octubre.
– ¿Y cómo ve a Israel dentro de diez años?
Predecir el futuro es un desafío, especialmente en nuestra región. Sin embargo, si observamos el progreso del país en los últimos 75 años, nuestras empresas se fortalecieron tanto industrial como económicamente.
El “milagro” israelí
Confío en que Israel superará los desafíos actuales, tal como lo hizo en el pasado. La economía israelí demostró que es una de las más resistentes del mundo, y después de cada conflicto tuvimos un crecimiento renovado.
El milagro de Israel y su economía y especialmente el próspero ecosistema de alta tecnología llegó para quedarse, y estoy seguro de que el sector de alta tecnología y las empresas emergentes israelíes seguirán siendo líderes mundiales en innovación.
– Finalmente, en una nota personal, ¿puede compartir sus pensamientos y sentimientos como padre de hijos que prestan servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)?
– Como padre, mis sentimientos son complejos y profundamente emotivos.
Uno de mis hijos sirvió como oficial en una unidad especial de las FDI durante cinco años y ahora está en Gaza. El otro es comandante de reserva. Me siento honrado y conmovido por su compromiso de servir en las FDI.
Esta es la primera guerra en la que no participo personalmente, ya que serví durante muchos años como portavoz de las FDI y oficial de reserva en la unidad de negociación para situaciones de crisis y de rehenes.
Estoy orgulloso del servicio militar de estos dos hijos y del tercero, que representa a Israel en un ámbito diferente, incluida la Copa Davis, como destacado jugador de tenis.
(IsraelEconómico)