Foto: Columnas de humo se elevan mientras la gente llega para celebrar la caída del gobierno sirio, en Damasco, Siria, el domingo 8 de diciembre de 2024. (Ugur Yildirim/Dia Photo via AP).
En una dramática escalada, la Fuerza Aérea israelí ha llevado a cabo más de 250 ataques aéreos en Siria en 48 horas, desmantelando de manera efectiva las antiguas instalaciones de la Armada, la Fuerza Aérea y las armas químicas del país. Los ataques se producen en medio de un despliegue de más de 140 bombas guiadas por satélite por parte de bombarderos estadounidenses contra ISIS, y funcionarios de ambas naciones citan la suspensión de las operaciones de la fuerza aérea rusa como una ventana de oportunidad estratégica.
Las operaciones israelíes han atacado infraestructuras clave, incluidos tres aeropuertos importantes, cuarteles militares y de inteligencia, depósitos de municiones y lugares de producción de armas químicas. Estas acciones tienen como objetivo impedir que armas avanzadas e instalaciones estratégicas caigan en manos hostiles.
Las fuerzas israelíes informan de la destrucción de docenas de helicópteros y aviones, lo que pone de relieve la preocupación de que los grupos de la oposición puedan apoderarse de activos militares.
Los ataques coordinados entre Israel y Estados Unidos ponen de relieve su intención de aprovechar la reducida presencia aérea de Rusia, garantizando la estabilidad regional y evitando una mayor proliferación de armamento avanzado.