Rabino Yehudah Prero
Lag BaÓmer, el día 33 de la Cuenta del Ómer, es un día de celebración. El duelo que se observaba durante el período del Ómer hasta este día se suspende. Una de las razones de esta celebración es que los discípulos de Rabí Akiva dejaron de morir en este día
La trágica muerte de los 24.000 estudiantes de Rabí Akiva se analiza en el Talmud. La Guemará en el tratado de Yevamot (62b) nos dice que Rabí Akiva “tenía 12.000 pares de estudiantes… y todos ellos murieron en un período de tiempo porque no se comportaron con respeto unos hacia otros”. El Midrash expresa el motivo de la muerte de los estudiantes de forma un poco diferente, al decir que murieron porque “estaban celosos unos de otros”. El Yefat Toar explica este Midrash diciendo que los estudiantes no querían ayudarse entre sí en sus estudios. Esto parece un poco extraño. Estos estudiantes eran los líderes de su generación. Eran eruditos reverenciados, cada uno distinguido por derecho propio. ¿Qué fue exactamente, entonces, lo que causó que las 12.000 parejas sufrieran el mismo destino?
Otro asunto desconcertante es la terminología utilizada para describir el período en el que murieron. La Guemará de Yevamot, citada anteriormente, continúa diciendo que los estudiantes murieron entre Pésaj y Shavuot. Sin embargo, hemos visto que celebramos Lag BaÓmer porque las muertes cesaron ese día. Siendo así, ¿por qué la Guemará dice que murieron durante todo ese período? Debería haber dicho que murieron hasta Lag BaÓmer.
En la sexta Mishná del sexto capítulo de Pirkei Avot, encontramos que la Torá se adquiere mediante cuarenta y ocho cualidades. Durante el período de 49 días que contamos hasta Shavuot, el día en que se entregó la Torá, debemos prepararnos para recibirla perfeccionando estas 48 cualidades. Rav Eliyahu de Vilna, el Gaón de Vilna, escribe que es posible que una persona tenga rasgos positivos además de éstos que aumentan su receptividad hacia la Torá. Sin embargo, es imposible que una sola persona alcance los niveles adecuados en las 48 cualidades. Sólo trabajando en conjunto con otra persona que posea las cualidades que le faltan, es posible que ambos alcancen la plenitud en todas estas 48 cualidades y, por lo tanto, adquieran la Torá.
El Jatam Sofer escribe que los discípulos de Rabí Akiva murieron durante el período de 49 días porque carecían de una cualidad específica de las 48 enumeradas que debe perfeccionarse: amar a las criaturas de Di’s. ¿Por qué esta cualidad en particular tuvo un impacto tan terrible? Dado que la única manera de alcanzar la plenitud de las 48 cualidades y, por lo tanto, adquirir la Torá es mediante la ayuda de otro, si no hay cooperación, la Torá nunca se adquirirá. Sólo cuando uno ama libremente a su hermano y muestra interés por su prójimo judío es posible adquirir la Torá.
Durante los días de preparación para recibir la Torá, los estudiantes de Rabí Akiva debían perfeccionar estas 48 cualidades necesarias para adquirirla. Sin embargo, les faltaba un aspecto: el cuidado mutuo. El Talmud nunca dice que murieron 24.000 estudiantes, sino 12.000 parejas.
Sí, cada estudiante aprendió con otro y se preocupó por él. Sin embargo, los 23.998 estudiantes restantes fueron de alguna manera menospreciados. Sí, los dos estudiantes aprendieron juntos. Sin embargo, no ayudaron a los demás en el aprendizaje como debían. Por lo tanto, fueron realmente 12.000 parejas las que murieron.
Dado que estas 12.000 parejas carecían de la cualidad esencial para adquirir la Torá, se descubrió que no estaban en absoluto preparadas para recibirla. Como el período entre Pésaj y Shavuot es el momento del año en que debemos estar preparados para recibir la Torá, y los estudiantes, por su propia falla corregible, no estaban preparados, éste fue el momento que se consideró apropiado para que sufrieran las consecuencias. La Guemará eligió sus palabras con cuidado. Es cierto que los estudiantes dejaron de morir en Lag BaÓmer. Sin embargo, murieron cuando lo hicieron porque era “entre Pésaj y Shavuot”, el tiempo dedicado a la preparación para recibir la Torá.
La lección de los discípulos de Rabí Akiva es multifacética. Por un lado, debemos asegurarnos de tomar las medidas necesarias durante el período de la Sefirá para estar preparados para aceptar la Torá en Shavuot. Además, si no mostramos amor por nuestro prójimo, nunca podremos estar preparados para recibir la Torá. Además, necesitamos que nuestro prójimo nos ayude a adquirir la Torá.
Que la armonía impregne a la nación de Israel para que todos aprendamos juntos, nos complementemos y estemos preparados para aceptar la Torá en Shavuot como fue aceptada originalmente: con unidad, como un solo hombre con un solo corazón.