La Fiscal General Gali Baharav-Miara ha decidido que los bebés de los Bnei yeshivot que deben alistarse serán empujados al final de la fila para ser aceptados en guarderías supervisadas y, como resultado, existe una alta probabilidad de que no sean aceptados, informó Kan News el martes por la noche.
Según su decisión, la “ley exige” que los hijos de los Bnei yeshivot sean ubicados al final de la fila para estas guarderías, donde el número de plazas es muy limitado, porque sus padres son “infractores de la ley”.
Baharav-Miara revocó anteriormente los subsidios de guardería para los niños de los Bnei yeshivot.
El abogado Shalom Nagar, presidente de la organización de guarderías חלמי”ש [חברים למען מעונות היום בישראל], criticó duramente la decisión del Fiscal General, afirmando: “La decisión del Fiscal General Gali Baharav-Miara esta noche de imponer la selección de niños de los bnei yeshivot para su admisión en guarderías no sólo es discriminación, sino también una expresión del racismo que subyace a la cancelación del subsidio. Esta es una decisión completamente perversa”.
Impedir que un niño entre a una guardería, incluso pagando el precio completo, es una crueldad incomprensible que tiene graves consecuencias para su futuro. Esta medida parece estar motivada por motivos ideológicos discriminatorios más que por consideraciones objetivas de justicia e igualdad. Esta decisión se tomó debido al odio y la persecución, y sus consecuencias son dejar a los niños jaredíes sin guarderías.
“Utilizaremos todos los medios legales para detener la injusticia que clama al cielo y la continua persecución de los niños haredíes”.