La vertiginosa evolución de la industria de productos de origen vegetal, desde un crecimiento explosivo hasta una corrección del mercado, ha separado a los supervivientes de las víctimas. Mientras algunas empresas se retiraron o cerraron, tres líderes con certificación Kosher de OU redoblaron sus esfuerzos con estrategias radicalmente diferentes, y las tres están triunfando.
SunOpta apostó fuerte por la infraestructura cuando otros se retractaron, invirtiendo casi 200 millones de dólares en nueva capacidad durante tres años. Oatly optó por la dirección opuesta, cerrando instalaciones y apostando por las alianzas. Califia Farms optó por la innovación rápida, lanzando nuevos productos casi mensualmente. Cada estrategia parecía arriesgada en su momento, pero a medida que nos acercamos a 2025, las tres compañías demuestran que hay más de una vía para el crecimiento sostenible en este mercado en desarrollo.
Apostando contra la corriente: la apuesta de infraestructura de 200 millones de dólares de SunOpta
Cuando el mercado de productos de origen vegetal empezó a mostrar dificultades en 2022 y 2023, la mayoría de las empresas se apretaron el cinturón. SunOpta hizo lo contrario, invirtiendo 125 millones de dólares en una nueva planta de bebidas en Midlothian, Texas, y otros 31 millones de dólares en un enorme almacén en Alexandria, Minnesota.
“Los minoristas no pueden ser expertos en todas las categorías de productos; por eso se asocian con fabricantes como nosotros”, explica Lauren McNamara, quien supervisa gran parte de las operaciones de SunOpta en sus plantas. El negocio de cofabricación de la empresa se ha convertido en un factor diferenciador crucial, permitiéndoles cubrir su capacidad con marcas propias y marcas blancas para grandes minoristas.
La estrategia está dando sus frutos. SunOpta se acerca a su ambicioso objetivo de duplicar los ingresos de productos de origen vegetal para 2025, con respecto a los de 2020. Un objetivo que parecía ambicioso cuando se anunció, pero que ahora parece profético. Sus nuevas instalaciones están en pleno auge con la producción de todo tipo de productos, desde cremas de avena hasta caldos vegetales de marca blanca, cada uno con diferentes protocolos de supervisión kosher.
“Para nuestros productos vegetales, el proceso de certificación es bastante sencillo, pero para algunas de nuestras otras líneas de productos -como nuestro negocio de caldos de marca blanca, que incluye caldos de pollo y res- requiere una coordinación más estrecha con las agencias de certificación kosher”, señala McNamara. Esta complejidad operativa se convierte en una ventaja, demostrando los sistemas de control de calidad que facilitan que los minoristas externalicen la producción.
El gran cambio: cómo Oatly eligió las alianzas en lugar de las plantas
Mientras SunOpta construía, Oatly se desmantelaba. La empresa sueca pionera en la producción de leche de avena cerró sus instalaciones en Singapur, suspendió la construcción de una planta en China y se reestructuró fundamentalmente en torno a un modelo de activos reducidos. Para algunos, la decisión parecía una retirada, pero las cifras cuentan otra historia.
Oatly espera alcanzar su primer año completo de crecimiento rentable en 2025, un hito que ha eludido a muchas empresas de productos de origen vegetal. Al cambiar de instalaciones propias a colaboraciones de cofabricación, han reducido sus necesidades de capital, manteniendo al mismo tiempo la calidad del producto que forjó su marca.
La transición no estuvo exenta de desafíos. Mantener una calidad constante del producto entre los distintos socios de fabricación requiere una supervisión sofisticada, especialmente cuando se debe mantener la certificación kosher en todas las instalaciones. Pero la experiencia de Oatly en estas complejidades les ha permitido ser más resilientes operativamente, no menos.
Innovación a toda velocidad: el enfoque rápido de Califia
Califia Farms optó por un tercer camino: la innovación incesante. La compañía acaba de lanzar la crema de almendras Birthday Cake para celebrar su 15.º aniversario, y en las últimas dos semanas estrenó dos nuevos sabores de avena Barista: avellana y pistacho. Esto no se trata de un desarrollo de producto de temporada, sino de una continua conquista del espacio en las estanterías.
“La innovación no se trata sólo de nuevos productos, sino de garantizar que satisfagan las necesidades reales del consumidor”, podría ser fácilmente el lema de Califia. Su rápido ciclo de desarrollo requiere una excepcional flexibilidad en la cadena de suministro y sistemas de control de calidad que permitan cambios frecuentes en las formulaciones, manteniendo al mismo tiempo la certificación kosher en cada SKU.
Este enfoque refleja una comprensión sofisticada del comportamiento del consumidor moderno. En un mercado saturado de bebidas vegetales, quedarse estancado significa quedarse atrás. La constante cartera de productos de Califia mantiene a los minoristas interesados y da a los consumidores motivos para volver a la categoría.
El hilo kosher que une
Lo destacable es cómo las tres empresas mantienen la certificación kosher de OU a lo largo de sus transformaciones estratégicas. No se trata sólo de acceder a los consumidores kosher, sino de disciplina operativa. Ya sea que se construyan nuevas instalaciones, se gestionen relaciones de cofabricación o se lancen productos mensualmente, el cumplimiento kosher exige protocolos consistentes y supervisión de los proveedores.
McNamara enfatiza este punto: “La calidad, la seguridad y las certificaciones son factores clave a considerar al elegir un socio de fabricación… Y la capacidad de aceptar múltiples certificaciones dietéticas, incluida la kosher, es una gran ventaja para las empresas que buscan llegar al público más amplio posible”.
La certificación se convierte en un reflejo de la excelencia operativa que se traduce en todos los aspectos de la fabricación de alimentos, desde el abastecimiento de ingredientes hasta los protocolos de envasado final.
Diferentes estrategias, misma realidad de mercado
Estos tres enfoques representan respuestas diferentes al mismo desafío fundamental: cómo escalar de forma rentable en un mercado que ya no crece por sí solo. La apuesta de SunOpta por la infraestructura funciona porque puede aprovechar la capacidad de múltiples marcas y categorías de productos. La estrategia de asociación de Oatly triunfa porque puede concentrar sus recursos en el desarrollo de productos y la consolidación de la marca. La velocidad de innovación de Califia se ve recompensada porque cuenta con la base operativa para ejecutar de forma consistente.
Ninguna de estas estrategias funcionaría para todas las empresas, pero cada una ofrece un modelo para el crecimiento sostenible. La clave no reside en qué enfoque es el “mejor”, sino en que las empresas exitosas elijan una estrategia que se ajuste a sus capacidades y la ejecuten con disciplina, en lugar de perseguir cualquier tendencia u oportunidad.
Como dice McNamara: “No sólo fabricamos alimentos y bebidas; trabajamos por un futuro más sostenible”. Ya sea que ese futuro se construya mediante inversiones masivas en infraestructura, alianzas estratégicas o innovación constante, las empresas que se comprometen con el camino elegido son las que escriben el siguiente capítulo de la industria de productos de origen vegetal.
*Phyllis Koegeles Directora de Marketing de OU Kosher.