27 de junio de 2019
“Envía, si así lo deseas, hombres que exploren la tierra de Canaan” (13:2)
Rashi dice que las palabras “Si así lo deseas” significan que Di’s le dijo a Moshé: “Tú puedes mandar espías si lo deseas, Yo no te estoy instruyendo a que lo hagas”.
El episodio de los espías es uno de los más enigmáticos acontecimientos en la Torá. Los doce hombres elegidos eran líderes de las tribus, y Rashi establece que ellos eran justos. ¿Qué fue lo que les produjo una pérdida de la fe en el Creador al punto que sacaron el entusiasmo a los israelitas a entrar en la Tierra Prometida? Es más, Abarbanel dijo que la complicidad de Moshé en enviar a los espías fue la real causa por la que no le fue permitido entrar a la tierra de Canaan. ¿En qué se equivocó Moshé?
Treinta y ocho años más tarde, recordando este trágico suceso antes de su partida de este mundo, Moshé dijo: “Todos ustedes se aproximaron a mí y me dijeron: ‘Permítenos enviar algunos hombres delante nuestro y explorar la tierra’” (Debarim 1:22). Rashi comenta que la expresión “todos ustedes” indica que ellos vinieron como una multitud, los jóvenes empujando a los ancianos fuera de su camino para llegar hasta Moshé”. Esta condcuta es una grosera falta de respeto. Moshé dijo: “La idea me atrajo” (Ibid. 1;23). Su error fue que él confundió los empujones como entusiasmo por entrar en la Tierra, y esto le produjo pasar por alto la falta de respeto a los mayores. Esta interpretación equivocada fue la complicidad de Moshé.
El respeto es primordial en el judaísmo. “El respeto es un requisito previo para acceder a la Torá” (Vayikrá Rabbah 9:3), y su vital importancia es repetidamente mencionada en el Talmud y los escritos de ética. La falta de respeto es un pecado mortal.
“El agente de una persona es como ella misma” (Berajot 34b). En la halajá (la Ley Judía), un agente es el representante del principal. En la ética judía, un agente puede estar afectado por las cualidades del principal que lo manda. Los espías eran de hecho personas decentes y justas, pero habiéndose constituido en agentes de personas que era irrespetuosas, sus personalidades se vieron corrompidas y su perspectiva distorsionada.
El fatal informe que brindaron los espías resultó no sólo en la desaparición de esa generación del Éxodo, sino que tuvo un efecto dañino en toda nuestra historia. El Talmud dice que la noche siguiente a la que los espías dieron un informe desalentador que resultó en el llanto de los israelitas fue Tishá BeAb, el nueve de Ab, fecha en la que ambos Bet Hamikdash fueron destruidos. El llanto de esa noche fue perpetuado a través de nuestra historia, y hasta el presente padecemos los efectos de aquella falta de respeto.
Nosotros podemos rectificar el error de nuestros ancestros siendo especialmente cuidadosos con el respeto no sólo a nuestros mayores sino a cualquier persona, joven o anciano.