7 de enero de 2020
Investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel han desarrollado un señuelo para virus peligrosos que cruzan de animales a humanos para evitar que se propaguen en el cuerpo humano.
La investigación se centró en dos virus causantes de enfermedades, conocidos como Junín y Machupo, que circulan por las poblaciones de roedores en América del Sur y pueden infectar a los humanos que entran en contacto con los roedores afectados.
Al igual que el Ébola, estas enfermedades pueden causar hemorragias masivas en el cuerpo, y los únicos tratamientos conocidos son riesgosos y complejos, ya que se derivan de la sangre de los sobrevivientes.
El Dr. Ron Diskin y su equipo en el Departamento de Biología Estructural estudiaron las características únicas de los virus que pueden transmitir a los humanos en comparación con virus similares que no pueden hacerlo. Los investigadores encontraron que los virus no infecciosos no se ajustaban a un receptor particular que sirve como punto de entrada viral en las células humanas. Sin embargo, los que infectan a los humanos tampoco encajaban perfectamente y solo eran lo suficientemente similares para sobrevivir.
Esta observación llevó a los investigadores a intentar usar receptores de células de roedores para interceptar los virus y atraerlos lejos de las células humanas.
La Dra. Hadas Cohen-Dvashi dirigió la siguiente etapa de la investigación, en la que “extirpó quirúrgicamente” la punta del receptor de roedor al que se une el virus y lo manipuló en parte de un anticuerpo. La nueva molécula resultante se llamó “Arenacept”.
Los investigadores encontraron que Arenacept es altamente efectivo para adherirse fuertemente a los virus antes de que estos virus puedan unirse a los receptores humanos. También activó la respuesta inmune del cuerpo.
Los investigadores dicen que Arenacept debería ser igualmente efectivo contra todos los virus en la familia de virus estudiada que se cruzan a los humanos desde los animales.
“Incluso podría ser efectivo contra virus de la misma familia que aún no se han descubierto o que han surgido recientemente. Podrían aplicarse a todo tipo de otras enfermedades que se transmiten a los humanos por los animales”, dijo Diskin.
“Todos los signos sugieren que Arenacept no es tóxico y que también es resistente al calor y estable, lo que significa que podría enviarse a las áreas remotas donde estas enfermedades son endémicas”, agregó.
Yeda Research and Development, el brazo de transferencia de tecnología del Instituto de Ciencia Weizmann, recibió una patente para Arenacept y está trabajando con Diskin para avanzar en la investigación clínica.
Los investigadores del Instituto Weizmann se unieron a varios científicos de la Universidad de Tel Aviv, la Universidad de Texas y el Instituto Pasteur.
(TPS. Jewish Press)