23 de enero de 2020
En Erev Shaat Hagadol el año pasado, una mujer que es Shomer Shabat estacionó en una zona que era estacionamiento preferencial sólo para residentes locales en Herzliya. Ella era una invitada y recibió una multa de estacionamiento por 100 NIS el viernes. Cuando regresó para recuperar su automóvil en Motzei Shabat, se sorprendió al encontrar no una, sino dos multas de estacionamiento, la segunda emitida en la mañana de Shabat por un inspector de estacionamiento judío.
El propietario del automóvil emitió una carta a la ciudad de Herzliya indicando que deseaba luchar contra el segundo boleto en la corte. “No puedo mover mi automóvil en Shabat y el segundo boleto fue escrito en Shabat cuando el inspector de estacionamiento sabía muy bien que no podía mover mi automóvil”, dijo a los medios israelíes. Ella había pagado el boleto que recibió por la infracción el viernes. Por lo tanto, su deseo de luchar contra el boleto probablemente no era de naturaleza financiera.
El abogado Eyal Reich, que representó a la ciudad en la corte, dijo: “El trabajo de los inspectores de estacionamiento en Shabat está permitido según el Ministro de Trabajo en el momento en que se emitió la ley en 1961. La ley fue ratificada por el juez Khaled Kabub del Tribunal de Distrito en Tel Aviv, que permitió que en ciertas áreas de todo Israel se permitiera trabajar. Por lo tanto, no veo ninguna razón para disminuir las multas que se impusieron”.
El juez Shlomo Eizekson, que supervisa la corte de asuntos locales en Herzliya, se sorprendió de que los inspectores de estacionamiento estuvieran empleados en Herzliya en Shabat, una función que no se considera que salve vidas.
“Estoy conmocionado por la justificación de emplear inspectores de estacionamiento judíos y hacer que profanen Shabat sólo para que la ciudad pueda escribir multas para aquellos que estacionaron en contra de la ley en un lugar de estacionamiento preferido. No hay duda de que el empleo de inspectores de estacionamiento en Shabat no tiene ni una pizca de justificación con el pretexto de salvar vidas. Además, el empleo de dichos inspectores va en contra del requisito de los empleadores de darles a sus empleados vacaciones y tiempo de descanso”, agregó Eizekson.
Al final del juicio, el juez decretó que la mujer debía pagar solo 1 NIS como multa.