7 de febrero de 2020

La Torá relata que los Iehudim llegaron a Mara, “…pero no podían beber las aguas de Mara porque estaban amargas” (Éxodo 15:23, 25).

Entendemos que el versículo significa que el agua era amarga. El Baal Shem Tov dijo que “ellos” se refieren a los Iehudim, no al agua. Como los israelitas estaban deprimidos, enojados y amargados, el agua les sabía amargo.

Es un fenómeno común, que, si una persona está profundamente deprimida, su comida puede tener un sabor amargo. Los israelitas se quejaban de dejar Egipto y no estaban satisfechos con el agua disponible para ellos.

Tendemos a sentirnos insatisfechos con las cosas y atribuimos nuestra insatisfacción a las cosas que tenemos como defectuosas.

El Baal Shem Tov nos dice: “Si no está satisfecho con algo, su trabajo, su automóvil, incluso su cónyuge, no lo culpe. Probablemente no esté satisfecho con usted mismo y está proyectando su insatisfacción sobre ellos.