14 de mayo de 2020

Veintiséis israelíes que han estado atrapados en Marruecos debido a restricciones de viaje por coronavirus desde marzo fueron repatriados a Israel en una compleja operación de rescate, aterrizando en Israel el jueves por la mañana.

Lamentablemente, el grupo originalmente incluía a 36 israelíes, pero 10 murieron mientras aún estaban en Marruecos por el coronavirus.

Algunos de los israelíes estaban en Marruecos por negocios y otros eran turistas, pero todos se quedaron atrapados en Marruecos cuando el gobierno puso un cierre total al país tan pronto como comenzó la pandemia de coronavirus, deteniendo los vuelos y prohibiendo viajar de ciudad en ciudad.

Los israelíes fueron alojados en hoteles en Casablanca y Marrakech a expensas del gobierno marroquí; pero, por supuesto, lo que realmente querían era volar a casa, una perspectiva aparentemente imposible no sólo debido a las restricciones del coronavirus sino también por el hecho de que Marruecos no mantenga relaciones diplomáticas con Israel.

Desafortunadamente, el virus golpeó fuertemente a la comunidad judía marroquí después de que muchos de sus miembros asistieron a una gran boda en la ciudad costera de Agadir con muchos invitados de Francia y otros países en el extranjero. Los invitados que asistieron a la boda, sin saberlo, propagaron el virus en la comunidad judía de Casablanca durante las festividades de Purim unos días después. Los israelíes que visitaron el país no se salvaron.

El grupo de israelíes hizo todo lo posible para abandonar el país, sin éxito, pero finalmente uno de ellos contactó a MK Nir Barkat (Likud), quien tomó medidas inmediatas. Comenzó a formarse un plan, concebido en secreto con la ayuda de lazos diplomáticos generalizados.

Barkat reclutó la ayuda de Rishon L’Tzion Rav Shlomo Amar, el primer ministro Binyamin Netanyahu, y los filántropos, Sheldon y la Dra. Miriam Adelson, quienes financiaron la operación secreta y donaron el uso de su avión privado.

El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) trabajó para recibir las aprobaciones necesarias para el vuelo, aprovechando los esfuerzos diplomáticos internacionales para lograrlo. Finalmente, la operación se arregló y los israelíes finalmente abandonaron Marruecos, rumbo a su tierra natal.

Una operación de rescate anterior se organizó a fines de marzo con la ayuda de los Emiratos Árabes Unidos, que habían ofrecido permitir a los israelíes en su avión de rescate para ciudadanos de los EAU en Marruecos. Sin embargo, el plan finalmente se bloqueó debido al hecho de que el gobierno marroquí, que ha tensado las relaciones con los Emiratos Árabes Unidos, se enfureció porque el plan se finalizó entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos sin su aporte.

“El gobierno marroquí inmediatamente cerró todo desde el momento en que estalló el coronavirus”, dijo Ilan Hatuel, uno de los israelíes que regresan. “Fue un asedio, como la guerra: el que se fuera sin aprobación fue arrestado en el acto”. Estaba prohibido viajar de ciudad en ciudad, todos estaban en sus casas y todos los vuelos fueron cancelados. No he visto a mi familia, mis tres hijos en tres meses, ha sido muy difícil”.

Hatuel agregó que, como parte de los esfuerzos de los israelíes para encontrar una manera de salir de Marruecos, recurrieron a MK Barkat. “Nos salvó”, dijo Hatuel agradecido. “Volvió a llamarme dentro de diez minutos con la noticia de que un avión privado nos rescatará. No nos lo creíamos. Nos salvó”, repitió.

“Fue un proceso complejo ya que Marruecos no tiene relaciones diplomáticas con nosotros”, dijo MK Barkat. “Durante un período de tiempo, las autoridades [marroquíes] no otorgaron la aprobación necesaria para que los israelíes se fueran y se requirió un gran esfuerzo para llevarlos de regreso a Israel. “Para crédito de los Adelson, nos permitieron el uso de su avión estadounidense para el vuelo de rescate. La operación de rescate fue una expresión extraordinaria de la responsabilidad del estado de Israel con sus ciudadanos”.

Marruecos, un país de 36 millones, ha registrado 6.512 casos confirmados de coronavirus y 188 muertes. La pequeña comunidad judía en Casablanca, compuesta por 1,500- 2,000 judíos, perdió el 1% de su población, sufriendo al menos 15 muertes.

Las muertes en la comunidad judía de Casablanca incluyeron al shaliach de Jabad en la ciudad, Harav Shalom Edelman, z’tl, y tres familiares de Amir Peretz, el jefe del partido laborista en Israel, uno de ellos un famoso filántropo.

(YWN)