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Subasta silenciosa

Subasta silenciosa

20 de junio de 2020

Un Yehudí asegura su aliá a la Torá de Rosh Hashaná con una artimaña inteligente, y quiere saber si está permitido hacerlo.

Pregunta

En la sinagoga a la que asisto se acostumbra a realizar una “subasta silenciosa” antes de las altas fiestas (Rosh Hashaná y Yom Kipur). Voluntarios de la comunidad llaman por teléfono a los miembros para ofrecerles comprar con sus donaciones alguna aliá a la Torá (el privilegio de subir a leer la Torá durante el servicio). Esto se hace con mucha discreción y respeto para evitar discordias entre todos nosotros. Durante los últimos 20 años compro siempre la misma aliá para Rosh Hashaná, y para cuidarla, le digo al voluntario que me llama, que yo pagaré un dólar más que cualquiera que oferte un número más grande que el que yo dije inicialmente. En otras palabras: si yo dije que oferto por mi aliá de siempre a 1.000, y otra persona -sin que yo lo sepa- le ofrece por ejemplo 1.500, entonces, yo pagaré 1.501, y si ofrece 1.502, yo pagaré 1.503, y así sucesivamente, descartando automáticamente la oferta de quien intercediera para quedarse con mi aliá. Al leer el Newsletter de Osher Beyosher aprendí el concepto halájico de aní hameapej bajarará, o sea, que una persona no puede ni debe interferir en una operación de compra-venta ajena en proceso, eliminando al comprador anterior por medio de una oferta mejor, si es que de no haber intervenido la tercera persona, la operación se hubiera concretado entre el primer comprador y el vendedor. Mi pregunta es doble: en primer lugar, si cuando alguien oferta por mi aliá, está pasando por esta prohibición, ya que yo ya tengo apalabrada mi aliá; y, por otro lado, quisiera saber si mi artimaña de ofrecer un dólar más a quien oferte más dinero que yo está prohibida por interferir en la eventual oferta del otro. ¡Gracias!

Respuesta

El concepto Halájico de aní hameapej vajarará no se aplica a una subasta de ningún tipo, puesto que todos los que participan en ella son compradores interesados, y para eso están allí. O sea: las personas participan de una subasta -sea esta ´silenciosa´ o convencional- para ofertar un mejor precio que su compañero. A su vez, todo el interés del vendedor es cerrar la venta al mejor postor, y para eso es que se realiza la subasta. Esto no es así en una venta convencional, en la que no se llama a disputar el precio entre los compradores, sino que se trata de una operación de compra-venta simple, y de llegar a un precio con el comprador no se espera que haya una oferta de terceros.

Siendo esto así, si una persona oferta por su aliá, no estará pasando por la prohibición, y así también usted tampoco estará pasando por la misma, todo tiempo que no se haya “bajado el martillo”, es decir, cuando se da por finalizada la subasta de manera formal. Ahora bien, si usted u otra persona ofertaran más por esa aliá luego de que ya se cerró la operación, cualquiera que haga esto estará pasando por esa prohibición. Ver Joshen Mishpat 237/1.

Querido lector: nuestros sabios nos enseñan que nunca debemos aprender una Halajá a partir de otra que aparenta ser igual o similar. Por favor, si tienes alguna pregunta específica, consulta con una autoridad competente en el tema para conocer la forma correcta de proceder.

Edición para Refuá Shelemá de Shimón Jaim ben Hada y Moshe Itzjak ben Altún Safdie.

Para enviar su pregunta, escriba a info@osherbeyosher.org

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