El drama político en Israel ha llegado a un punto de ebullición ya que el partido Likud y el partido religioso sionista están buscando otro diputado para vender su propio partido y declarar públicamente que votarán en contra de la coalición.

El campo de cambio liderado por Naftali Bennett y Yair Lapid ha declarado que los acuerdos de coalición aún no se han firmado y que hay algunas secciones del acuerdo que aún se están resolviendo. También afirmaron que confían en que todo estará finalizado en las próximas 24 horas antes de la ceremonia de juramentación.

El domingo por la noche, los líderes de los ocho partidos que se unirán en una coalición se reunieron por primera vez en una reunión conjunta. Participaron el primer ministro proyectado Naftali Bennett, el primer ministro suplente y el ministro de Relaciones Exteriores proyectado, Yair Lapid, el ministro de Defensa actual y proyectado Benny Gantz, el ministro de Finanzas proyectado Avigdor Lieberman, el ministro de Transporte proyectado Meirav Michaeli, el ministro de Justicia proyectado Gideon Sa’ar, el futuro ministro de Salud, Nitzan Horovitz, y el jefe del Comité del Ministerio del Interior, Mansour Abbas. La reunión tuvo lugar en el Hotel Dan en Tel Aviv e imitó una reunión de gabinete en miniatura.

El partido Yamina publicó una notificación en la que pedían al presidente de la Knesset, Yariv Levin del Likud, que permitiera la juramentación del nuevo gobierno ya esta semana. “Los líderes del futuro gobierno de unidad se reunieron esta noche para su primera reunión de trabajo. Durante el encuentro se discutió la importancia de tener el acto de juramentación este miércoles para permitir que el país avance. Los líderes del partido enfatizaron la importancia del papel que juegan nuestros líderes para calmar las tensiones en todo Israel y expresaron su preocupación por las protestas actuales y la incitación que se está difundiendo en las redes sociales”.