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Una carta desde América

Una carta desde América

Sivan Rahav Meir 

Hace algunos días llego a nuestra casa una carta, enviada por correo desde América. Inmediatamente reconocí el logo en el sobre. YDT, la escuela en la cual estudiaron nuestros hijos cuando estuvimos en Estados Unidos. Con curiosidad abrí el sobre y descubrí un cheque por un pequeño monto. En una esquina estaba escrito “Devolución por almuerzos debido al corona”. Estas pocas palabras consiguieron emocionarme en especial.  

Huimos de New York con el estallido del coronavirus, en los días más difíciles la ciudad tuvo durante la pandemia, en que mil personas fallecían al día. Dejamos muchas cosas allí, ya que pensábamos volver después de cierto tiempo, pero el coronavirus se negó a desaparecer. Muchas de mis conferencias en Estados Unidos fueron canceladas desde entonces. Chicago, Boston, Filadelfia, Cleveland, en vez de dar las conferencias allí, me encontré en Israel, preparando más y más tortillas para los niños en cuarentena, en aprendizaje a distancia, entre un cierre y otro. Lo último en que pensé, en medio de todos los contratos de alquiler que abrimos y cerramos entre los dos lugares en que vivimos, con todos los viajes y gastos no planeados, éste había sido el pago que hicimos al principio del año por todos los almuerzos en la escuela. 

Desde entonces, casi 4 millones de personas han fallecido en el mundo a causa del coronavirus, no hay área que no haya sido congelada, detenida y modificada, pero a pesar de ello, en estos días los encargados de la escuela se sentaron y buscaron la dirección de esta familia israelí, la cual no había seguido estudiando en la escuela para regresarle un poco de dinero. En un instante pensé para mí misma, que quizás yo también he dejado algún tipo de pago abierto, no solamente cuentas financieras y las he olvidado a causa del coronavirus. 

Escribí una respuesta por email al director del colegio “Shalom Rabino Yaakov Bender, nuestros hijos ya no estudian en vuestra escuela, pero usted esta semana, nos ha enseñado algo.” 

Shabat Shalom.

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