Sivan Rahav Meir (Desde Israel)
Esta semana escribí aquí sobre una pareja de emigrantes que se conocieron en un centro de inmigrantes y se casaron. Ellos conectaron estos hechos a la porción de la semana “Masei” y a todos los caminos de sus vidas que los trajeron por fin aquí, a Israel.
Pero ¿qué pasa cuando el viaje es agotador? ¿Qué pasa en el medio del camino, cuando hay dificultad, cuando hay dolor?
Esta semana se realizó el campamento de verano de la organización Ezer MiTzion para más de 120 familias en las cuales uno de los hijos o de los padres haya enfermado de cáncer.
El Rabino Janina Cholak, fundador de Ezer MiTzion, quien también perdió a su esposa Lea debido a esta enfermedad, pidió transmitir a las familias un mensaje que escribió el Baal Shem Tov sobre la porción de la semana, la cual detalla todos los viajes de Israel en el desierto:
“Cada persona emprende muchos viajes, desde el momento en que nace hasta el momento en que retorna al mundo del cual vino. Ya que el día de su nacimiento y su salida del útero de su madre es comparado a la salida de Egipto. Luego pasa de viaje en viaje hasta llegar a la “tierra de vida” en el mundo celestial. Seguramente los viajes en la Torá fueron escritos para instruir, a cada judío, el camino recto”.
Desde el momento en que nacimos, explicó el rabino Cholak, emprendimos un viaje. A veces es un viaje difícil y desafiante, a veces un viaje con paradas difíciles a las cuales no elegimos llegar. Pero esta es nuestra “salida de Egipto”, ir de desafío en desafío, hasta los 120.
Cada persona tiene su propio viaje. Está en nuestras manos tratar de levantarnos y fortalecernos y aprender de cada parada en el camino, inclusive de aquellas que son dolorosas. Y debemos hacerlo con la oración y la esperanza que este camino tendrá un buen final.