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No sólo “Mazal Tov”

No sólo “Mazal Tov”

Sivan Rahav Meir 

Muchas veces cubrí, lamentablemente, juicios penales de figuras importantes. Incluso un ex primer ministro y un ex presidente ya se han sentado aquí en la cárcel.  

¿Cómo sucede algo así? ¿Cuál es el mecanismo que hace que una persona que alcanza la grandeza se comporte de esta manera?  

La porción de la Torá de esta semana, la Parashá de “Shoftim”, trata sobre el rey y el trato que recibe. La misma no lo colma de elogios, sino todo lo contrario: restricciones. Cada poder debe ser restringido. Él no es un rey sino un servidor; él no es el centro, sino que lo es el público al cual el lidera. Y un rey debe primero reinar sobre sí mismo.  

La Torá requiere que él se limite en una variedad de áreas de la vida y también que escriba, para sí mismo un Séfer Torá, el cual debe estar constantemente cerca de él. Imagínense que, además de andar con hombres de seguridad lo haga también con un rollo de Torá, que siempre le recuerde el deber que tiene de comportarse adecuadamente. 

Con bellas palabras la Torá hace una advertencia no sólo a los reyes, sino a todos los que ascienden de rango, todo aquel que obtenga un nuevo nombramiento o título, cualquiera que pueda “creerse” demasiado en este momento: “de modo que no se sienta superior a sus hermanos y no se aparte del mandato ni a la derecha ni a la izquierda”. 

Quizás cuando escuchamos que alguien es nombrado director, o completa un curso de oficiales, obtiene un título como rabino o profesor, no debemos solo decir “Mazal Tov” sino también: “¿Como cuidarás de ti mismo? ¿Cómo esperas mantenerte fiel a tus valores y no dejarte confundir por el respeto, la publicidad y el estatus?” Que no nos volvamos arrogantes.

Shabat Shalom

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