Sivan Rahav Meir 

Todos los años vuelvo a publicar esta idea sencilla y encantadora y cada vez recibo respuestas sorprendentes de que simplemente funciona. Y así escribe Dael Cohen: 

“Muchas veces parece que todo en la vida está estancado. Incluso en la porción de la Torá de esta semana, la porción de la Torá, Vayigash, parece que no hay salida. Los hermanos se enfrentan al gobernante egipcio que insiste en llevarse al menor de sus hermanos, Benjamín. La situación se complica y no está claro como podrán salir de ella. 

Muchas veces nos encontramos en negociaciones difíciles y agotadoras. Podría ser con un empleado asalariado, un soldado que busca tomar un curso de oficiales o incluso un acusado frente a un juez. Uno se siente bloqueado, se encuentra con montañas de reglas, restricciones y procedimientos rígidos. ¿Qué hacemos? 

Yehudá nos enseña sobre la llave del corazón. Así es como comienza la Parashá: ‘Y Yehudá se le acercó’. Simplemente se acercó al gobernante egipcio y le contó la historia completa, incluyendo todas sus sensibilidades y complejidades. Se revela con sinceridad, habla con fluidez y honestidad, comparte sus sentimientos y tampoco se avergüenza de gritar y expresar angustia. 

Y entonces, sucede lo increíble: Yosef no puede resistirse y les revela que el duro gobernante egipcio es en realidad su hermano perdido, Yosef. Los hermanos lloran y se emocionan y se reencuentran y todo cambia para mejor. 

Cuando uno comienza a hablar de verdad, honestamente, hay un encuentro de corazón a corazón y pasa de una atmósfera de justicia a una atmósfera de bondad. De repente, las paredes caen y todo se vuelve más flexible y posible. Pruébelo en casa”.