Sivan Rahav Meir

Hay un dicho famoso que dice que la mayor distancia no es la que hay entre la tierra y la galaxia más lejana, sino es la que hay entre la cabeza y el corazón. Hay muchas cosas que sabemos en nuestra mente, pero nos cuesta interiorizarlas y llevarlas en nuestro corazón.

Todo el mundo entiende las alarmantes advertencias que se encuentra en los paquetes de cigarrillos, pero ¿esto significa que todo el mundo deja de fumar también por estas advertencias? Los videos sobre tener cuidado en el camino son ciertos, aun así ¿dejamos de utilizar nuestros teléfonos celulares mientras manejamos, siempre?

Moshé Rabeinu se para frente al Pueblo en la porción de la Torá de esta semana y dice: “Sabe hoy y llévalo a tu corazón, que el Eterno es Di-s arriba en los cielos y abajo en la tierra, no hay nada más”.

Nuestros comentaristas piden que prestemos atención a la redacción: Sabe hoy, y luego: llévalo a tu corazón. En la primera etapa hay que saber, pero en la segunda etapa hay que llevarlo al corazón. Quitar la barrera entre el conocimiento y la acción, para poder vivir de acuerdo con lo que realmente sabemos y queremos.

Están todos invitados a pensar en ejemplos de casos en los que se deba acortar la distancia entre la cabeza y el corazón.