Sivan Rahav Meir
Cuatro nombres: Ofer, Elisha, Nachman y Harel. No los conozco personalmente, pero estaban allí también en mi nombre. Les dispararon por lo que ellos y yo tenemos en común. Si alguno de nosotros hubiera estado sentado allí para comer humus o poner gasolina en el carro, D-s no quiera, nos habrían disparado. Ellos nos representan a todos.
Decenas de historias: Ya esta noche me enviaron historias maravillosas sobre Ofer Fairman. Resulta que él era una persona que siempre ordenaba, limpiaba y recogía todo sucio del piso porque según él, “la Tierra de Israel debe estar limpia”. ¿Quién limpiará su sangre y la de las otras tres personas asesinadas?
También leí cosas maravillosas sobre los jóvenes Elisha Antman, Najman Shmuel Moradoff y Harel Massoud. Se dice que nos referimos a personas como ellas como “espacio vacío” porque dejan un vacío y nosotros necesitamos llenarlo. Debemos mirar sus rostros resplandecientes y continuar haciendo sus buenas acciones en el mundo.
Cuatro nombres más: Morel Moise ben Helena, Eran ben Naama, Uri ben Samdar, Elisha ben Reut. Estos son los nombres de los heridos en ataque, y también por ellos debemos rezar como representantes públicos de todos nosotros. Que se mejoren pronto.
Y decenas de personas anónimas más: Escuché una entrevista con una persona de MADA (Servicios de Emergencia Médica) que fue enviada de urgencia al lugar ayer. Equipos médicos de las salas de emergencia también fueron trasladados hacia el lugar. Que decir de los soldados que salieron a custodiar, proteger y eliminar al terrorista. O de la trabajadora social que pasó la noche en casa de una familia en duelo, o de los vecinos, los amigos, ¿o la maestra quien ayer pensaba haber terminado de dar clases al 12do. grado pero que esta mañana tuvo que convocar a los alumnos para hablar del atentado? Qué decir de estos grupos que brindan fuerza, bondad y apoyo y que han estado haciendo un trabajo sagrado desde ayer. Gracias.
Entonces, en las noticias se habla de alguna operación militar llamada “Muro protector 2”. El primer paso del muro protector personal de cada uno de nosotros es simplemente clamar, orar, fortalecerse, fortalecer, inmortalizar, consolar, continuar y avanzar.
Alguien me dijo ayer que hasta el restaurante de hummus donde hubo el atentado se llama “Hummus Eliyahu”, a nombre del Profeta Eliyahu quien, de acuerdo con nuestra tradición será quien anuncie la llegada de la Redención.
Que escuchemos buenas noticias.