Uno de los soldados de Golani que resultó herido el domingo por la tarde en el desastre del dron recibió un tratamiento especial con un nuevo medicamento, lo que marca la primera vez que se utiliza en Israel, informó Israel Hayom.

El soldado había sufrido un desgarro de la arteria carótida del cuello. El nuevo fármaco se llama Kengreal y es un anticoagulante que se administra por vía intravenosa.

“Dos de los soldados heridos que llegaron ayer tenían heridas de metralla en el cuello, y uno de ellos tenía una herida de metralla que le había abierto un orificio en la arteria carótida”, afirma el Dr. David Orion, especialista en cateterismo cerebral y director de la Unidad de Accidentes Cerebrovasculares Agudos y Neuroendovasculares/Neurointervencionistas y del Centro de Accidentes Cerebrovasculares del Centro Médico Sheba. “Se trata de una situación peligrosa porque la sangre se filtra hacia los tejidos del cuello y crea un hematoma, una interrupción temporal del flujo sanguíneo. La persona herida corre el riesgo de sufrir un rápido deterioro porque podría seguir sangrando, lo que podría provocar presión en las vías respiratorias, o la arteria podría bloquearse y provocar daño cerebral”.

“Es necesario reparar rápidamente la arteria y esto se hace mediante la inserción de un stent, un cilindro de malla que sella la pared y cierra el desgarro, ya sea a través de la arteria femoral o a través del brazo. Sin embargo, el propio stent puede causar otra complicación: la formación de coágulos de sangre cerca y el bloqueo de los vasos sanguíneos. Por eso, antes de insertar un stent, es necesario administrar a los pacientes anticoagulantes. Hasta ahora, se administraban en forma de píldora, que tardan unos 40 minutos en hacer efecto”.

Kengreal, que permitió a los médicos reparar la arteria inmediatamente después de su administración, probablemente salvó la vida del soldado.