Según informes, el nuevo gobierno de Siria bajo el presidente Ahmad al-Sharaa está considerando la devolución de los restos del legendario espía israelí Eli Cohen, un posible gesto diplomático que podría marcar un cambio significativo en décadas de silencio hostil entre los dos países.
Según diplomáticos árabes citados por Al-Akhbar, un periódico libanés pro-Hezbolá conocido por sus profundas conexiones en la región, los funcionarios sirios no han descartado la posibilidad de transferir los restos de Cohen a Israel, casi 60 años después de que fuera ahorcado en una plaza pública de Damasco en 1965.
El informe, escrito por el editor jefe de Al-Akhbar, Ibrahim al-Amin, afirma que las conversaciones secretas sobre seguridad entre Israel y Siria se han intensificado en las últimas semanas, con especial atención a las medidas de fomento de la confianza. Entre estas medidas, según el informe, se encuentra la posible divulgación por parte de Siria de los lugares de enterramiento de los soldados israelíes desaparecidos durante la Guerra del Líbano de 1982, un tema que los sucesivos regímenes sirios han considerado durante mucho tiempo vedado.
Más notable aún, el artículo sugiere que estos contactos no se producen de forma aislada. Reuniones recientes, supuestamente celebradas en Abu Dabi, congregaron a altos representantes del régimen de al-Sharaa, funcionarios estadounidenses e intermediarios israelíes. La agenda, según el informe, giraba en torno a un acuerdo provisional: Siria tomaría medidas concretas para reducir la tensión en su frontera con Israel, a cambio de ayuda económica y humanitaria estadounidense.
Las supuestas propuestas llegan en un momento crítico para el nuevo liderazgo sirio. El presidente al-Sharaa, exlíder insurgente convertido en jefe de Estado con reconocimiento internacional, ha dedicado los primeros meses de su presidencia a intentar rehabilitar la posición global de Siria tras años de guerra civil y aislamiento diplomático.
Funcionarios israelíes y estadounidenses no han confirmado públicamente las conversaciones de Abu Dabi ni los detalles de las propuestas presentadas. Aun así, la posible devolución de los restos de Eli Cohen -considerada desde hace tiempo una causa nacional en Israel- tendría un enorme peso simbólico.
A Cohen, quien se infiltró en las altas esferas del gobierno sirio bajo el alias de Kamel Amin Thaabet, se le atribuyó la transmisión de información crucial a Israel en el período previo a la Guerra de los Seis Días de 1967. Capturado y ejecutado en 1965, su cuerpo nunca ha sido devuelto, a pesar de las reiteradas solicitudes del gobierno israelí y de múltiples gestiones diplomáticas a través de terceros.
Su viuda, Nadia Cohen, ha seguido abogando por la restitución de sus restos. “Este sería un acto histórico de reconciliación”, declaró en un comunicado el año pasado, cuando surgieron rumores similares.
Si bien Al-Akhbar no es un observador neutral (su línea editorial a menudo refleja la de Hezbolá y las facciones vinculadas a Irán), sus informes se consideran creíbles dentro de los círculos diplomáticos cuando se trata de negociaciones intraárabes o regionales.