Chayi Hanfling, LCSW
¿Pero qué pasa si todos los demás no piensan lo suficiente? Si alguna vez has tenido este pensamiento, puede que pienses demasiado. Sin embargo, cuando se trata de decisiones importantes, como elegir a la persona con la que pasarás el resto de tu vida, pensar demasiado puede parecer razonable. Incluso responsable.
¿Cómo diferenciar entre pensar de forma saludable y pensar demasiado? ¿Y cómo distinguir entre señales de alerta reales que no deben ignorarse y la hipervigilancia debida a la ansiedad o a un trauma en la relación?
La línea entre pensar bien y pensar demasiado no siempre es clara, sobre todo en las citas. Una se trata de prestar atención; la otra, de intentar evitar la incertidumbre. Una te ayuda a percibir la verdad; la otra te mantiene atrapado en la incertidumbre.
Si eres propenso a la ansiedad o a pensar demasiado en general, es más probable que esto también se manifieste en las citas. Incluso si no eres del tipo ansioso, si has sufrido por relaciones fallidas en el pasado, tu sistema nervioso estará en alerta máxima intentando protegerte del peligro. La intimidad y la cercanía dan miedo, ya que han provocado dolor y sufrimiento en el pasado. Si reflexionas sobre las cosas una y otra vez, analizando cada posible escenario y perspectiva, podrás protegerte del dolor y no te tomarán por sorpresa. Tu instinto podría decirte que algo anda mal, y puede que no sea un error en sí, sino simplemente recordarlo en lugar de notarlo.
Intenta prestar atención a cómo te sientes mientras piensas.
El discernimiento sano es lento, deliberado y sereno. Está arraigado y motivado por la curiosidad. Pensar demasiado se siente urgente, rápido, circular y, francamente, agotador. Da vueltas en un laberinto mental, poniendo a prueba los límites, repasando cada escenario, buscando un control inalcanzable.
A continuación, se presentan algunas formas que pueden ayudarle a comprender si sus pensamientos lo están llevando en una dirección útil o hacia un agujero de conejo sin fin:
- Baja el ritmo. No tomes decisiones precipitadas basándote en una sensación puntual. Observa los patrones a lo largo del tiempo y la consistencia en cómo te sientes. ¿Es algo que te parece importante a la 1 de la mañana, pero no después de una buena noche de sueño, o es algo que te molesta de forma constante?
- Toma papel y escribe tus pensamientos. Exteriorizar lo que piensas y expresarlo con palabras puede ayudarte a aclarar cuánto de lo que sucede son hechos y cuánto sentimientos, y cuánto parece basado en la realidad y cuánto en una actitud catastrófica.
- Habla con alguien. Esto es complicado, ya que hablar con la persona adecuada puede ser útil, mientras que hablar con la incorrecta no tanto. Habla con alguien que consideres sensato y sabio, y dile que te gustaría escuchar su reflexión y opinión sincera sobre si parece que estás dándole vueltas a las cosas o entrando en una espiral. No se lo preguntes a ese amigo, que, como Chatgpt, sólo validará y reforzará tus sentimientos sin un desafío honesto y sincero.
El pensamiento sano detecta la verdad. Pensar demasiado ahuyenta el miedo. Tu pasado puede aumentar tu vigilancia, pero reducir la velocidad, escribir las cosas y buscar perspectivas fundamentadas te ayuda a distinguir las verdaderas señales de alerta de los ecos de viejos dolores.
Las citas no se tratan de controlar todos los resultados, sino de confiar en ti mismo. Cuando la curiosidad y la presencia guían tu pensamiento, en lugar de la urgencia y el miedo, finalmente puedes reconocer la seguridad y la conexión cuando realmente están ahí.
