19 de julio de 2019
Aquellos que bendecirás son bendecidos, y a quienes maldecirás serán malditos (22:6)
¿Por qué el versículo cambia del tiempo presente al tiempo futuro, de “son bendecidos” a “serán malditos”?
Cuando Moshé Rabenu se encontró primero con Hashem, le preguntó cómo podría convencer a los israelitas que él es quien ha sido enviado por el Todopoderoso para guiarlos fuera de Egipto y qué usaría como señal. Di’s le instruyó a Moshé que coloque su mano dentro de su capa. El puso su mano en el pecho y la retiró, y he aquí que su mano se puso blanca como la nieve.
Rashi señala que cuando llegó el momento de curar su mano, la Torá escribe: “El retiró la mano de la capa y ésta se había puesto nuevamente como el resto de su carne” (Shemot 4:7), lo que implica que la mano ya se había curado aún antes de removerla de su capa.
Rashi explica que la razón por la que esto ocurrió es porque las buenas situaciones se producen más rápido que las malas. Por lo tanto, el Creador le dio Tzaraat sólo después de haber removido su mano de la capa, pero cuando llegó el momento que Di’s le volviera a dejar su mano como era originalmente, en condición saludable, esto ocurrió mucho más rápido.
Lo mismo ocurre en este caso, dice Zera Shimshon. Cuando es el momento que alguien da una bendición -en este caso cuando Bilaam bendijo a los judíos- la bendición ocurrió inmediatamente, “mevoraj”, en tiempo presente. Sin embargo, cuando la Torá se refiere a Bilaam maldiciendo a los judíos, está dicho “van a ser malditos”, es decir que la maldición ocurrirá en un futuro. Esta es la razón por la cual el versículo cambia de tiempo presente a futuro.