Rab Abraham Twerski

9 de agosto de 2019

“Estas son las palabras que habló Moshé a todo Israel… en el desierto”

El Midrash establece que todos los israelitas estaban aptos para escuchar el castigo de Moshé.

El Talmud establece que cuando una persona no va a escuchar tu reproche, es mejor no reprocharlo (Yebamot 65b). No obstante, como la Torá establece que Moshé le habló a todo Israel, esto indica que todo Israel estaba listo para aceptar su reproche.

Un rabino de una comunidad europea reprendía frecuentemente a su congregación. Por supuesto, esto no hacía que la gente lo quiera. El salario que recibía el rabino estaba debajo del nivel de pobreza. Esto no era extraño en el shtetl, donde la esposa del rabino usualmente tenía que ayudar a sostener los gastos de la familia. Pero cuando la familia ya estaba en estado de no cubrir sus necesidades básicas, el rabino pidió por un incremente en su salario y este pedido le fue rechazado.

Dirigiéndose a su congregación, el rabino les dijo: “Ustedes no tienen idea cuánto estoy realmente reconfortado de su rechazo a aumentar mi salario”.

“Todos estos años yo los estuve reprendiendo por no aprovechar de hacerme pensar que tal vez las faltas no eran vuestras. Es sabido que ‘las palabras que emanan del corazón entrarán en el corazón (del otro)’. Tal vez la razón por la cual mi reprimenda cayó en oídos sordos fue porque yo no fui lo suficientemente sincero, y fue producto de mis limitaciones que mis palabras no causaban efecto en ustedes.

“Sin embargo, ahora puedo asegurarles que mi pedido de aumento fue absolutamente sincero y vino de lo más profundo de mi corazón. He sido incapaz de proveer las necesidades básicas de mi familia. Cuando este pedido no los afectó, me di cuenta que no fue mi falta de sinceridad la responsable por su negativa a aceptar mis reproches. Su rechazo me ha revindicado”.

Si, palabras que salen del corazón entrarán en el corazón, siempre y cuando el otro esté dispuesto a escuchar. Es posible que uno se vuelva sordo aún ante las palabras más sinceras. Debemos ser cuidadosos de ser receptivos.