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El 10 de Tevet

El 10 de Tevet

Rav Berel Wein

6 de enero de 2020

El 10 de Tevet es uno de los cuatro días de ayuno que conmemora tiempos oscuros en la historia judía. Los otros son Tishá B’Av (el día de la destrucción de ambos Templos en Jerusalem), el 17 de Tamuz (el día en que Tito y sus tropas romanas derribaron el muro defensivo de Jerusalem en 70 EC), y el 3 de Tishrei (el día que marca el asesinato del gobernador judío de Yehudá -designado por Babilonia- Guedalia ben Ajikam. En realidad, fue asesinado en Rosh HaShaná, pero el día de ayuno fue postergado hasta el día después de Rosh HaShaná por la festividad).

El 10 de Tevet es considerado tan severo e importante que es observado incluso si cae en viernes.

El 10 de Tevet marca el comienzo del sitio a Jerusalem por Nabucodonosor, el rey de Babilonia, y el comienzo de la batalla que finalmente destruyó el Templo de Salomón y envió a los judíos al Exilio de Babilonia, que duró 70 años. La fecha del 10 de Tevet nos es recordada por el profeta Ezequiel, quien ya estaba en Babilonia como parte del primer grupo de judíos exiliados allí por Nabucodonosor, 11 años antes de la destrucción del Templo.

El 10 de Tevet es considerado un día de ayuno tan severo e importante que es observado incluso si cae en viernes (érev Shabat), mientras que los otros días de ayuno están organizados por ajustes en el calendario de manera que nunca caigan un viernes, para no interferir con los preparativos de Shabat.

Traducción griega

Sin embargo, hay otros días conmemorativos que caen inmediatamente antes del 10 de tevet, y que su memoria ha sido silenciosamente incorporada al día de ayuno del 10 de tevet. El 8 de tevet, el rey Ptolomeo de Egipto forzó a los eruditos judíos a reunirse y traducir la Biblia hebrea al griego. A pesar de que el Talmud nos relata que este proyecto fue bendecido con un milagro -los 70 eruditos fueron puestos en cubículos separados, y sin embargo terminaron con la misma traducción- la visión general de los rabinos de la época sobre este proyecto fue decididamente negativa. El Talmud registra que cuando esta traducción se hizo pública “la oscuridad descendió al mundo”.

La ‘casherización’ del idioma griego al ser utilizado en la traducción de la Biblia hebrea tuvo amplias ramificaciones en la sociedad judía.

Esta traducción -la Septuaginta- eventualmente se convirtió en la base para la sección del Viejo Testamento de la biblia cristiana unos siglos más tarde. La traducción griega de la Biblia también fomentó el avance de las intenciones de los judíos helenistas de incorporar la cultura griega a la vida judía, e intentar reformar el judaísmo a imagen de los valores y el estilo de vida griegos. La “casherización” del lenguaje griego al ser utilizado en la traducción de la Biblia hebrea tuvo amplias ramificaciones en la historia judía y socavó algunos de los esfuerzos de los rabinos para combatir la seducción de Grecia en el Israel de aquel entonces.

La muerte de Ezra el Escriba

Nuestra tradición sostiene que el noveno día del mes de Tevet es el día de la muerte de Ezra el Escriba. Para el Talmud, este grandioso judío fue comparable a Moisés. “Si la Torá no hubiese sido entregada por medio de Moisés, podría haber sido entregada a Israel por medio de Ezra”. Ezra lideró el retorno de los judíos a Jerusalem desde su exilio en Babilonia. Fue bajo su dirección e inspiración -junto a la ayuda del judío de la corte, Nejemia- que fue construido el Segundo Templo, a pesar de haber sido en una escala y estilo mucho más modestos que la grandiosidad del Templo de Salomón.

Ezra también renovó el pacto de Moisés entre Israel y Di’s, detuvo la ola de matrimonios mixtos que afligió a los judíos que volvían a Jerusalem, fortaleció la observancia pública y privada de Shabat y creó las escuelas y las herramientas intelectuales necesarias para el fomento del conocimiento y el desarrollo de la Torá Oral dentro del pueblo judío.

Un hombre de un carácter incorruptible, gran compasión, profunda visión y erudición y un carisma inspirador, Ezra el Escriba es responsable por la supervivencia del judaísmo y de los judíos hasta este mismo día. No sorprende entonces, que los judíos hayan marcado el día de su muerte como un día triste en el calendario judío. Dado que ayunar en el 8, el 9 y el 10 de Tevet consecutivamente no sería razonable, los eventos del 8 y del 9 fueron incorporados en el ayuno del 10 de Tevet.

Combinando días

La política rabínica ha sido agregar otras conmemoraciones tristes a los días de ayuno ya establecidos, para no llenar el calendario con tantos días de recuerdos tristes. Por esto, el recuerdo de la destrucción de las comunidades judías de Worms, Speyers y Mainz por los cruzados en 1096 está marcado en el ayuno de Tishá B’Av, a pesar de que ocurrieron en otros meses.

Esta política de minimizar la cantidad de días de conmemoración de eventos tristes se convirtió en una práctica aceptada en todo el mundo judío hasta el Holocausto. Sin embargo, la enormidad de la tragedia del Holocausto hizo parecer chico a todo lo que lo precedió en la historia del pueblo judío en la Diáspora. Por lo tanto, es entendible por qué la Knéset (parlamento israelí) buscó designar un día específico para el recuerdo del Holocausto. Sin embargo, la política rabínica de minimizar los días de recuerdo trágico jugó un rol importante para la asignación del recuerdo del Holocausto para gran parte de la población israelí en el 10 de Tevet.

Que sólo conmemoremos días alegres en el futuro.

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