Rab Obadia Yosef zt’l
25 de marzo de 2020
En el mes de Nisan no se decreta un ayuno público, ya que es un mes de luz. El pueblo de Israel finalizó la construcción del Mishkán en el primer día del mes de Nisán. En ese día, Moshé erigió el Miskán y los príncipes de las tribus acercaron sacrificios. El primer día ofrendó su sacrificio Najshón ben Aminadab e hizo una gran fiesta. Lo mismo se repitió durante doce días hasta el doce de Nisán y cada tribu invitaba a su festejo a las demás tribus para que se alegraran con ellos en la inauguración del Mishkán. La primera vez que se encendieron las velas de la menorá en el Mishjkán fue el día trece de Nisán, el catorce es la víspera de Pésaj, día en que se ofrendaba el cordero pascual. Esa atmósfera de santidad que generaron las tribus perduró por generaciones, aunque no ternemos el Gran Templo, por eso, no se recita Tajanún en estos días. Escribe el libro Maasé Rokéaj que en el mes de Nisán fueron liberados de Egipto y en Nisán seremos redimidos en el futuro. Hashem hará descender el Gran Templo construido desde el Cielo, pero antes terminará con los gentiles que odian al pueblo de Israel que viven en ese lugar. El sitio será purificado y entonces hará descender el Gran Templo, que, con la ayuda de Di’s, deseamos que sea pronto en nuestros días y habrá una gran alegría.
El Talmud escribe que cuando sea reconstruido el Gran Templo en la festividad de Pésaj, no será posible alegrarse por esto, ya que no se debe mezclar una alegría con otra. Debido a esto, se realizarán los festejos por la inauguración del Bet Hamikdash después de Pésaj. Por lo tanto, no se recita Tajanún durante todo Nisán ya que es un mes en el que la tristeza se convirtió en alegría. Sólo después, en el mes de Iyar, se vuelve a pronunciar.
El pueblo de Israel tiene un gran nivel espiritual en los días de Nisán y las puertas del Cielo están abiertas a todo lo que pidan y sus plegarias serán recibidas con buena voluntad. Hay quienes no tienen hijos y éste es el momento para que recen con fuerza a Hashem y El escuchará sus plegarias y les concederá hijos e hijas.
