Sandy Eller

19 de abril de 2020

Con relativamente pocos delitos que ocurrieron localmente durante la pandemia actual, la Patrulla de Seguridad de Flatbush Shomrim ha dirigido temporalmente sus esfuerzos de servicio comunitario en una dirección diferente, proporcionando equipos y servicios para permitir que los pacientes con COVID-19 menos graves resistan el virus en sus hogares.

No se perdió entre los miembros de Shomrim que su carga de trabajo era considerablemente más ligera de lo habitual durante el brote de coronavirus, mientras que Hatzolah recibía llamadas y los hospitales estaban sobrecargados de pacientes. Al tratar de encontrar una manera de servir a la comunidad, Shomrim conversó con la comunidad médica y se dio cuenta de que la mayoría de las personas que experimentan dificultades respiratorias relacionadas con el coronavirus podrían evitar las hospitalizaciones si se oxigenaron adecuadamente.

Al tocar los teléfonos, Shomrim pudo obtener aproximadamente una docena de concentradores de oxígeno donados, pero estaba claro que se necesitaban significativamente más para combatir las tasas de infección. Se compraron más de 250 concentradores de oxígeno adicionales de varias fuentes, la comunidad judía en general respondió con entusiasmo a una campaña del Fondo Jésed para financiar las máquinas, cada una de las cuales tiene un precio no insignificante de u$s 800.

Se pusieron en práctica protocolos para garantizar que el equipo se usaría correctamente y cumpliría su propósito. Los concentradores de oxígeno, así como los oxímetros de pulso para controlar la frecuencia cardíaca, se prestaron sólo a aquellos con receta médica, mientras que un grupo de médicos, asistentes médicos y enfermeras fueron reclutados para mantenerse en contacto con los participantes a diario. Se hicieron visitas frecuentes al hogar para monitorear el progreso de los pacientes, con informes entregados a sus médicos de atención primaria para garantizar la continuidad de la atención.

El coordinador de Shomrim, Tzvi Weill, estimó que el equipo médico del grupo realizó más de 500 visitas domiciliarias a Pésaj y que aproximadamente 30 pacientes pudieron regresar a su hogar en Yom Tov porque tenían concentradores de oxígeno.

“Nos reuníamos con ambulancias en las casas de las personas y teníamos a los médicos esperando la mayor parte del tiempo en la escena”, dijo Weill.

Aproximadamente 30 miembros de Shomrim han estado haciendo entregas a los hogares de pacientes desde la sede temporal en Pozna Shul en Avenue I y Bedford Avenue. Weill estimó que los 300 concentradores de oxígeno de Shomrim han mantenido a cientos fuera del hospital y los miembros también han recibido solicitudes de otros artículos.

“Recibimos una llamada en yom tov para alguien que necesitaba un concentrador de oxígeno, un oxímetro de pulso y una silla de ruedas, y nuestros voluntarios corrieron para asegurarse de que pudiéramos obtener todo lo que necesitaban”, dijo Weill. “También tuvimos un joven de 24 años que regresó a Pésaj después de 10 días en el hospital y le arreglamos un Pesach completo. Cualquier cosa que se nos pida que hagamos, simplemente decimos “sí”.

Un miembro del equipo médico de Shomrim es el Dr. Shlomo Gensler, de Israel, que había estado visitando Nueva York con su familia y no pudo regresar a Pésaj. Tener al Dr. Gensler a mano fue particularmente útil en el octavo día de Pésaj, el último día de iom tov para los estadounidenses, pero un día normal para los israelíes.

“Trabajó directamente desde las 7 de la mañana hasta la medianoche, sin parar, con todo el equipo HAZMAT, yendo de paciente en paciente”, dijo Weill. “Es una verdadera berajá que él estuvo aquí”.

Entre los otros voluntarios que fueron más allá del cumplimiento del deber se encontraban Avivit Mikhli y Chanie Schultz, que trabajaban las 24 horas y durante todo el día para comunicarse con cada paciente, todos los días, y programar visitas domiciliarias con el equipo médico. (El grupo dedicado de médicos, enfermeras y asistentes médicos se organizó l’iluy nishmas Ruchama Chaya Fruma bas Dov Pinchas).

Más de 2.000 personas han llamado a Shomrim con consultas relacionadas con el coronavirus en el último mes. Algunos han estado buscando información sobre las pruebas de coronavirus, mientras que otros solo necesitaban hablar, con los trabajadores sociales enviados a la casa de la persona que llama en algunos casos.

Shomrim también fue responsable de organizar los conciertos móviles que se abrieron paso a través de Flatbush el domingo de Jol Hamoed, con Shloimy Daskal, Simja Leiner, Shmueli Ungar y Beri Weber entreteniendo a los residentes locales y aligerando el estado de ánimo durante lo que ha sido un momento difícil para muchos. El proyecto fue patrocinado por una persona anónima en memoria de Ruchama Chaya Fruma bas Dov Pinchas y Shomrim coordinó arreglos con los recintos 61, 63, 66 y 70 del Departamento de Policía de Nueva York para garantizar que los conciertos continuos se desarrollen sin problemas y con seguridad. Según las directivas de la policía de Nueva York, cada una de las cuatro carrozas que atravesaron el área durante cinco horas fue precedida y seguida por un automóvil conducido por un miembro de Shomrim, y los residentes pidieron permanecer en sus porches mientras disfrutaban del entretenimiento gratuito.

“En cada cuadra había gente afuera sonriendo, bailando y diciendo gracias”, dijo Weill. “Sí, éste es un momento triste, pero la gente tuvo la oportunidad de dejar salir sus emociones y fue maravilloso traer algo de simjá real a la vida de las personas durante este período difícil”.