Sivan Rahav Meir
El próximo Shabat, que cae exactamente en Tu B’Av, se llama “Shabat Nejamu”. Leemos en la Haftará de consuelo luego de Tish’a BeAv: “Consuelen, consuelen a Mi Pueblo”. También la Porción de la semana, Parashat Vaetjanan, nos consuela.
Estas son las palabras de despedida de Moshé Rabenu al pueblo y de hecho de nosotros también, los lectores. No continuará con nosotros hacia la Tierra de Israel, pero él nos enseña el tremendo privilegio que es el vivir el ella, en “la tierra de leche y miel”, como él mismo lo dice.
Moshé repite esta semana los Diez Mandamientos y menciona que no importa cuánto se sacuda el mundo, hay valores básicos, hay una brújula: Respeta a tu padre y a tu madre, no robes, no cometas adulterio.
Innumerables veces, a lo largo de las generaciones, intentarán socavar estos principios básicos, pero en Shabat leeremos nuevamente en los Diez Mandamientos y sobre la importancia del Shabat y la guerra contra la idolatría.
Inmediatamente después, aparecen más versículos fundamentales: “Oye, Israel, el Señor nuestro Di’s, el Señor es Uno”. Este versículo ha sido repetido billones de veces desde entonces, pero ésta es la primera vez que son escritos así en la Torá.
Entre el coronavirus, la política y el calor sofocante hay una invitación de abrir, una vez al año, el testamento de Moshé Rabenu y encontrar en él, el consuelo.
Shabat Shalom.