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El cambio de nombre de Iehoshúa

El cambio de nombre de Iehoshúa

Moshé llamó a Hoshea bin Nun “Iehoshúa” (13:16)

Antes que los espías salieran a cumplir con su misión, Moshé le realizó a su discípulo Iehoshúa un pequeño cambio en su nombre, explicándole que esto lo ayudaría a mantenerse firme frente al plan de los espías, según cuenta la Guemará (Sotah 34b).

¿Por qué Moshé Rabenu sólo vio la forma de dar a su alumno Iehoshúa especial asistencia Divina cambiándole el nombre, y no proveyó asistencia espiritual al resto de los espías? ¿Cómo es posible que Moshé sólo estaba ocupado en el futuro de su discípulo? ¿Acaso no era él el padre de todo el Klal Israel?

El Arizal dice que cuando los espías partieron hacia Eretz Israel, Hashem les prestó las almas de los patriarcas de las tribus, para vigilarlos. Cada espía estaba imbuido con el alma del progenitor de su tribu. De esta forma el espía de la tribu de Reuvén tenía metida -por así decirlo- la propia alma de Reuvén, y así con el resto.

La tribu de Levi no envío ningún representante porque ellos no recibirían porción en la tierra, pero sin embargo sí tuvieron un espía en el grupo: Iehoshúa bin Nun, de la tribu de Efraím, que recibió el alma de Levi, habilitando de esta forma al espía de la tribu de Menashé a recibir el alma de Yosef.

Por esta razón Moshé Rabenu estaba más pendiente sobre Iehoshúa. No porque fuera su discípulo, sino porque estaba usando el alma de Levi. Si él hubiera pecado en su incursión en Eretz Israel, hubiera sido un defecto en el alma de Levi y por lo tanto en la de Moshé Rabenu en su carácter de descendiente de Levi y como primer miembro de la tribu.

Este giro de los acontecimientos explica que Moshé Rabenu tenía un particular interés en asegurarse que Iehoshúa bin Nun no tropezara cuando se enfrentara con el desafío de los espías, porque una falla en su alumno hubiera afectado al propio Moshé Rabenu.

No hay ninguna duda que, como un maestro con su alumno, Moshé Rabenu y Iehoshúa bin Nun estaban conectados el uno con el otro en los más altos niveles. La Torá es la fuente más alta de conexión después de todo, y Iehoshúa era conocido por no apartarse de la tienda de Moshé. Por supuesto que Moshé y Iehoshúa eran únicos en su relación maestro-alumno, pero cada maestro está conectado con su alumno en la forma más profunda posible.

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