Rab David Zaed
22 de diciembre de 2019
Está escrito en el Shulján Aruj que, durante los días de semana de Janucá, algunas mujeres acostumbran a no realizar tareas que estarían prohibidas en Shabat, mientras las luminarias permanecen encendidas, o en la primera media hora de la noche. Es bueno que en ese momento (aunque no practique esa costumbre) la mujer pronuncie la siguiente plegaria:
“Ribonó Shel Olam – Amo del Universo: Nuestros Jajamim aseguran que la persona que se cuida en el cumplimiento de la Mitzvá de Janucá recibe como recompensa que sus hijos serán Luminarias de la Torá. En este hogar, me he esmerado con mi querido esposo para que mis hijos se encaminen en el sendero de la Torá y las Mitzvot, y que adquieran Midot Tobot y Maasim Tobim. Te pido, Hashem, que permitas que nuestros ojos vean generaciones y generaciones de hombres y mujeres de bien, con salud, Parnasá Tobá y temor al Cielo. Que mis descendientes sean como estas luminarias, que irradian la Luz de la Torá. Amén. Así sea Tu voluntad”.
(Séfer Lev Balev – Janucá)