21 de enero de 2020
Foto: El profesor Benny Dekel (Ken Stephens)
Un estudio innovador realizado en el Centro Médico Sheba ha demostrado que es posible rejuvenecer los riñones dañados y mejorar su función, un procedimiento que podría revertir la enfermedad renal crónica, compensando la necesidad de diálisis. Este es el primer avance en décadas para combatir esta enfermedad, a menudo precipitada por hipertensión y diabetes, y que afecta a un enorme 10% de la población mundial.
El estudio fue realizado por el profesor Benjamin Dekel, jefe de Nefrología Pediátrica y el Instituto de Investigación Pediátrica de Células Madre en el Hospital de Niños Edmond y Lily Safra en el Centro Médico Sheba, y publicado esta semana en la prestigiosa revista médica Cell Reports.
En estudios anteriores, los investigadores descubrieron que el riñón adulto se renueva constantemente con el tiempo a través de la actividad de colonias de células que reemplazan las células perdidas y degeneradas en el riñón.
El Prof. Dekel y su equipo han desarrollado una tecnología innovadora que implica la extracción de esas células renales sanas de los riñones enfermos. Estas células se multiplican en grandes cantidades dentro de un entorno de laboratorio.
Mediante la generación de cultivos tridimensionales llamados “esferas renales”, las células muestran una función mejorada para generar nuevo tejido renal y reemplazar las células perdidas. Luego, las nuevas células se reintroducen en el riñón donde lo reconstruyen, influyendo positivamente en las células vecinas y mejorando su función (ver diagrama).
Uno de los aspectos más significativos del descubrimiento es que la tecnología recientemente desarrollada utiliza las propias células del paciente, evitando así la necesidad de inmunosupresión, así como los problemas asociados con el rechazo inmune.
Hasta ahora, el método se ha probado en ratones, donde las células han demostrado su capacidad para generar nuevas estructuras renales, asociadas con la capacidad de ser retenidas durante mucho tiempo una vez administradas en el riñón del huésped. Los ratones tratados mostraron una función renal mejorada.
Al centrarse en mejorar y estabilizar la función renal, este tratamiento tiene el potencial de ayudar a millones de pacientes con enfermedad renal crónica y que aún no requieren tratamiento de diálisis.
La firma KidneyCure Bio, que comercializó esta tecnología, estudiará estos sorprendentes resultados en ensayos clínicos en pacientes con insuficiencia renal.
El profesor Dekel, quien dirigió el proyecto, dijo: “El avance en esta tecnología, que se desarrolló en el Centro Médico Sheba, no sólo es la capacidad de mantener las células que renuevan los riñones fuera del cuerpo, sino también la capacidad de multiplicarse ellos y generan grandes cantidades de células y hacen que funcionen correctamente utilizando los cultivos en 3-D.
“Esta es una noticia importante para los pacientes con enfermedad renal crónica, que con suerte se beneficiarán de estos descubrimientos en los próximos años. La capacidad de generar nuevo tejido renal (para reemplazar el tejido dañado) podría ayudar a millones de pacientes en todo el mundo que sufren de enfermedad renal”.
La investigación pionera fue llevada a cabo por los investigadores senior Dr. Orit Harari-Steinberg, Dr. Dorit Omer y la Sra. Yehudit Gnatek del Instituto Pediátrico de Investigación de Células Madre, bajo el liderazgo del Prof. Dekel.
Los colaboradores incluyen: Dr. Zohar Dotan, Jefe del Servicio de Uro-Oncología del departamento de urología en el Centro Médico Sheba; Dr. Tomer Kalisky y compañeros de trabajo de la Universidad Bar Ilan; y el Prof. Yaron Fuchs y compañeros de trabajo de The Technion.
(Jewish Press)