4 de julio de 2109
“Se apartó Kóraj, hijo de Izhar hijo de Kehat hijo de Levi, con Datán y Abiram hijos de Eliab, y Ohn hijo de Peleh, descendiente de Reuben. Y ellos se pararon delante de Moshé” (16: 1-2)
La traducción literal de versículo en hebreo es: “Kóraj, hijo de… se apartó… y Datán y Abiram y Ohn”. La palabrea hebrea para “apartó” o “tomó” es Vaikaj, en singular, significando que él se apartó. Teniendo en cuenta que había tres personas más, parecería que el plural “Vaikjú”, “ellos se apartaron o separaron” debería haber sido utilizada. Es más, la siguiente frase comienza diciendo “Vaiakumu”, en plural, “ellos se pararon”. ¿Por qué hay un cambio del singular al plural?
Con este matiz la Torá nos enseña que cuando hay una oposición a un líder, un número de facciones pueden confluir, pero sólo están unidos en su oposición. Cada facción busca sólo su propio objetivo, y no aquel de quienes la acompañan. Kóraj, Datán, Abiram y Ohn estaban operando cada uno en forma particular, cada uno buscando alcanzar el liderazgo para sí mismo. Si ellos hubieran triunfado en su intento de destronar a Moisés, una lucha interna se hubiera desatado por el ejercicio del liderazgo. Sin embargo, ellos estaban unidos y apegados para esa finalidad, engañándose a si mismos que en verdad estaban unidos. Por lo tanto, la Torá utiliza el plural “ellos se pararon frente a Moisés” porque sólo ellos conformaban un grupo para enfrentarlo, pero no tenían la misma vocación para estar unidos individualmente.
La esposa de Ohn hijo de Peleh no se engañó y le dijo a su marido: “¿Qué pretendes con tu enfrentamiento a Moshé? Si la rebelión triunfa, Kóraj será el líder y tú vas a quedar igual”. Ella convenció a Ohn de desistir de la conspiración.
Este fenómeno se repitió innumerables veces en la historia. Se ha dicho con acierto que aquellos que no aprenden de la historia tienen a repetirla. Aún hoy, se forman grupos de oposición, y si llegan a triunfar, rápidamente se astillan.
Nosotros podríamos ser llevados a un grupo de oposición. Debemos saber que la motivación para la oposición raramente es para beneficio del grupo. Usualmente es para satisfacer el ego de uno o más individuos, que pronto se volverán uno contra otro si llegan al triunfo.