Foto: La Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv. (Avishai Teicher)
Un nuevo estudio internacional dirigido por la Universidad de Tel Aviv ha determinado que una dieta cetogénica puede reducir los efectos del daño cerebral después de una lesión traumática.
El estudio indica que la dieta mejora la memoria espacial y la memoria visual, disminuye los índices de inflamación cerebral, provoca menos muerte neuronal y ralentiza el ritmo de envejecimiento celular.
La lesión cerebral traumática (TBI) es una de las principales causas de muerte y discapacidad a largo plazo en el mundo desarrollado. Se estima que cada año más de 10 millones de personas en todo el mundo sufren un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de traumatismos craneoencefálicos provocados por un objeto duro, un golpe, una explosión, accidentes de tráfico, lesiones deportivas, etc.
Dichos traumas pueden provocar daños físicos, cognitivos, conductuales y emocionales y también son un factor de riesgo para enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
En este punto, a pesar de la alta frecuencia de lesiones cerebrales, no existe un tratamiento eficaz comprobado que pueda ayudar a quienes padecen esta lesión.
Meirav Har-Even Kerzhner, dietista registrada e investigadora del cerebro en TAU, explica que una dieta cetogénica que implica cambios en el consumo de alimentos comunes se basa en porcentajes altos en grasas y tiene como objetivo imitar un estado de ayuno.
Como parte de la dieta, se restringe significativamente la ingesta de alimentos que contengan hidratos de carbono (p. ej., pan, azúcar, cereales, legumbres, snacks, bollería e incluso frutas) y, a costa de esta restricción, productos ricos en grasas como la carne, pescado, huevos, aguacate, mantequilla, etc. – se comen.
Esta es una dieta que se puede continuar por largos períodos de tiempo. La dieta provoca un aumento de la producción de cuerpos cetónicos en el hígado que se utilizan para generar energía. Estos cuerpos cetónicos se transfieren a través del torrente sanguíneo al cerebro proporcionando una nutrición óptima.
La dieta se ha utilizado como tratamiento en Israel y en todo el mundo durante casi 100 años entre niños con epilepsia, mientras que. en los últimos años, la dieta cetogénica se ha vuelto popular entre quienes desean perder peso.
Es importante señalar que, debido a las importantes restricciones nutricionales, es necesario consultar con un médico o un dietista registrado.
En el estudio, realizado en animales modelo, los investigadores identificaron que la dieta cetogénica mejora en gran medida la función cerebral del paciente. Para ello, los investigadores utilizaron métodos avanzados que incluían, entre otros, pruebas cognitivo-conductuales, pruebas bioquímicas y tinción celular inmunohistoquímica (una técnica en biología para la detección y colocación de proteínas en una sección transversal de tejido). El mecanismo por el cual una dieta cetogénica logra beneficiar los resultados del daño cerebral aún no se ha revelado completamente, pero los estudios muestran que tiene un efecto antioxidante y metabólico sobre las mitocondrias (orgánulos esenciales en la célula, cuya función principal es la energía). producción y respiración), reduce la producción de radicales libres y aumenta el ATP (una molécula importante en los canales bioquímicos celulares).
El profesor Chaim (Chagi) Pick de TAU, quien dirigió el estudio, dijo: “Los hallazgos fueron inequívocos y mostraron que la dieta cetogénica mejora la memoria espacial y la memoria visual, reduce los índices de inflamación en el cerebro y, además, también reduce la tasa de envejecimiento celular. Estos resultados pueden abrir la puerta a más investigaciones que inspirarán esperanza para quienes sufren lesiones cerebrales traumáticas y sus familiares”.
(AP)