Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, descubrieron un nuevo blanco para atacar el cáncer de mama, unas células del sistema inmunitario que son “reclutadas” por los tumores para expandirse.
Esas células, llamadas neutrófilos, son reclutadas por el entorno tumoral y favorecen la progresión del cáncer en las etapas posteriores de la enfermedad, precisaron desde la universidad israelí.
“A la luz de nuestros hallazgos, creemos que los neutrófilos, que son específicos del entorno tumoral, podrían servir como blancos para el desarrollo de nuevos fármacos y como biomarcadores del cáncer de mama en etapa avanzada”, dijeron los investigadores.
El equipo, liderado por la doctora Sandra Camargo y el estudiante de doctorado Ori Moskowitz, trabaja en el laboratorio con un innovador método de secuenciación de ARN unicelular, combinado con análisis bioinformáticos.
También utilizan un método único para la secuenciación de ARN de pares de células en interacción, lo que permite estudiar la comunicación entre ellas, explicó la doctora Merav Cohen, titular del laboratorio donde se llevó a cabo el estudio.
Con todas esas herramientas, añadió, «nos concentramos en la comunicación intercelular entre las células de cáncer de mama y los neutrófilos en el microambiente tumoral».
Identificando células
A través de un modelo murino, los investigadores recolectaron muestras de tejido mamario en cuatro etapas diferentes: a los diez días y a las tres semanas (correspondientes al desarrollo mamario en adolescentes), así como de ratones adultos sanos y ratones adultos con cáncer de mama.
Luego llevaron a cabo una secuenciación de ARN unicelular en todas las muestras y analizaron los hallazgos mediante métodos bioinformáticos avanzados, identificando dos tipos de células que caracterizan predominantemente los tejidos cancerosos en etapa avanzada.
Se trata de los neutrófilos, células inmunitarias adyacentes a las células cancerosas, y las células endoteliales, que, entre otras funciones, promueven el desarrollo de los vasos sanguíneos.
A partir de esos hallazgos, «inferimos que los neutrófilos desempeñan un papel en el cáncer de mama», señalaron Camargo y Moskowitz. Para profundizar esos descubrimientos, «examinamos su comunicación molecular, es decir, las señales que envían y reciben en su entorno».
De esa manera, agregaron, “descubrimos un proceso complejo que favorece el crecimiento tumoral: las células cancerosas estimulan a los macrófagos (células del sistema inmunitario ubicadas en las mamas) para que recluten neutrófilos en el microambiente tumoral”.
Una vez allí, los neutrófilos interactúan físicamente con las células cancerosas, lo que provoca la secreción de sustancias que potencian la capacidad del cáncer para propagarse e invadir otros tejidos, y aumentan la formación de vasos sanguíneos que nutren el tumor.
Un mecanismo “importante”
Los descubrimientos fueron validados por dos pruebas adicionales: primero, los investigadores demostraron que silenciar los neutrófilos en ratones con cáncer de mama avanzado reducía significativamente la proliferación de vasos sanguíneos y células tumorales.
Por otro lado, vieron que la tasa de supervivencia de las mujeres con cáncer de mama en etapa avanzada (estadios 3 y 4) disminuía cuanto mayor era la expresión de las firmas moleculares de los neutrófilos y sus interacciones con las células cancerosas.
La doctora Cohen subrayó que el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada Nature, encontró “un mecanismo importante en el desarrollo del cáncer de mama”.
Los descubrimientos sobre los neutrófilos “tienen una doble importancia para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama”, ya que esas células pueden servir para inspirar “nuevos fármacos” para tratar las etapas avanzadas de la enfermedad, concluyó.
(Israel económico)